Hoy es un día significativo que se dispone a hacer memoria para recordar el año de 1984, espacio-tiempo habitado por un contexto latinoamericano complejo y desafiante que a través de distintos tratos crueles e inhumanos obligó a cientos de personas a  exiliarse por su actuar político, viéndose en la necesidad de buscar un refugio para vivir tranquila y dignamente. México fue uno de esos hogares que brindó un recibimiento cálido y transgresor ante una realidad violenta. Los distintos encuentros se convirtieron  en semilleros para trazar caminos que han sido fuente de inspiración para el actuar político y místicas del Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria” (CDH Vitoria). 

A lo largo de estos 36 años han sido diversas las generaciones de personas activistas, luchadoras sociales y defensoras quienes han puesto el corazón, creatividad y apuestas políticas, permitiendo así trazar una larga historia de experiencias organizativas que dan cuerpo y vida a la historia del CDH Vitoria. Asimismo, es con las personas, grupos, comunidades, víctimas y sobrevivientes con quienes hemos aprendido a caminar colectiva y sentidamente para acuerpar y reconocernos desde la diversidad de luchas y resistencias.

El 2020 ha sido un año muy significativo y de muchos pensares cuya intención es abonar al  fortalecimiento de las condiciones internas que permitan construir un espacio político digno y en congruencia con las causas sociales que se acompañan. Como organización estamos viviendo cambios importantes que responden a reflexiones profundas e interpelaciones necesarias para el  continuar sostenible de las apuestas políticas acompañadas por organizaciones y movimientos sociales. Los distintos  diálogos se han situado desde la crítica y autocrítica responsable que apela a la construcción y el cuidado colectivo, y de los cuales hemos reiterado que la comunicación y la confianza son la base para continuar con nuestras acciones en distintos niveles. De igual forma, el llevar los resultados de estas reflexiones y diálogos a la práctica es un ejercicio esencial para la construcción de un mundo más justo y digno para todas y todos.

Es por lo anterior que, desde un ejercicio de confianza, transparencia y rendición de cuentas, compartimos con ustedes el Primer Informe de Fortalecimiento Institucional. Para nosotrxs es más que un documento, pues en este se intenta dar cuenta de un momento que nos interpeló e invitó a pausar para mirarnos al interior y ante esas reflexiones preocuparnos y ocuparnos para dar continuidad a las distintas apuestas políticas. (Consultar).

Sin duda, la labor de defensa está permeada de muchas complejidades y más en un contexto donde existe una grave crisis de derechos humanos; sin embargo, a pesar de los retos que se presentan es vital continuar fortaleciéndonos como espacios organizativos que permitan el florecer digno y seguro para las personas acompañantes.

Reconocemos que aún nos queda un largo camino por continuar, un camino de reflexiones inacabadas y acciones por construir; sin embargo, también reconocemos y agradecemos por los años que hemos pasado, por las personas que han caminado y continúan haciendo posible el entramado solidario y político que nos permite construir esos otros mundos posibles, haciendo vida de las distintas convicciones políticas. 

Atentamente:

Equipo del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria O.P. A.C.