Un breve recorrido por el trabajo del

CDH Vitoria

Periodo 1984-2002

En sus primeros años, el CDHFV se enfocó en estudiar y a colaborar en la solución de la problemática centroamericana. Entonces no se hablaba de las violaciones a los derechos humanos en México, pues se consideraba que éstas acontecían en países latinoamericanos donde existían dictaduras y abierta represión.

A los pocos años de fundada la organización, se orientó a la difusión de los derechos humanos, ya que se consideró prioritario informar y sensibilizar a la población mexicana, especialmente a las y los jóvenes de la comunidad universitaria de la UNAM.

En 1989 el CDHFV publicó en la Revista Justicia y Paz, su primer Informe Anual sobre la Situación de los Derechos Humanos en México. Al mismo tiempo el trabajo de difusión comenzó a ser visible en los medios de comunicación. Para entonces habían surgido ya otras organizaciones civiles de derechos humanos, cuyo trabajo y esfuerzo logró impulsar la creación de la CNDH en 1990.

A finales de la década de los ochenta, el CDHFV, junto con la Academia Mexicana de Derechos Humanos y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, y otros organismos civiles, vieron la necesidad de aliarse y de articularse entre sí, por lo que se conformaron redes de la sociedad civil. Gracias a esto se comenzaría a gestar una alianza que posteriormente se nombraría como Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (Red TDT).

Hasta 1990 el Centro Vitoria realizaba su labor mediante el trabajo voluntario de frailes, estudiantes y algunos profesionales interesados en la defensa y promoción de los derechos humanos.

Con el paso de los años la organización incorporó a personas provenientes de espacios laicos, y comenzó a profesionalizar el perfil de sus colaboradores, sin dejar de enriquecerse con los aportes del trabajo de voluntarias y voluntarios.

La información recabada y sistematizada por el CDHFV se difundió mediante la Revista Justicia y Paz, la cual se centraba en sus primeros años en la situación Centroamérica y El Caribe. Como ya se ha señalado, con el tiempo se fueron retomando temas más nacionales. Antes de dejar de realizarse (1999), se editaron 47 números de la revista; y los informes anuales sobre la situación de los derechos humanos en México elaborados por el Centro Vitoria de 1989 hasta 1999, fueron incluidos en ésta. De hecho, el CDHFV fue pionero en la realización de este tipo de informes situacionales.

El Área de Educación se consolidó hacia 1991-92. Se brindaban servicios educativos a otras organizaciones y a grupos de la población que requerían una formación especializada, accesible e integral en torno a los derechos humanos. Educación, defensa legal y difusión eran tareas que se combinaban por las necesidades de la época. Ejemplo de ello fue el proyecto “Tejiendo derechos”, que enseñaba a mujeres privadas de libertad a manejar sus propios procesos legales, defendiendo sus derechos. Este proceso de formación se impartió en varios reclusorios del DF y federales.

Los primeros casos de defensa jurídica por violaciones a los derechos humanos en México, y que se asumieron como parte del trabajo institucional aparecieron alrededor de 1990. Cabe señalar que esta defensa jurídica  era más bien de denuncia pública mediante foros, acciones urgentes y en los artículos publicados en la Revista Justicia y Paz (JyP). El CDHFV fue la primera organización civil de derechos humanos en México que acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para defender un caso.

El 23 de diciembre de 1992, la CIDH recibió una denuncia del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria; Más adelante se sumaron como co-peticionarios el Centro por la Justicia y Derecho Internacional Cejil en 1993, la organización Human Rights Watch (HRW) en 1996 y finalmente la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).

En la denuncia se imputaba la responsabilidad internacional del Estado mexicano, ante la falta de investigación de los hechos y la consecuente impunidad en favor de los perpetradores del asesinato del Señor Pedro Peredo Valderrama. La CIDH el 24 de febrero de 2000 emitió el informe 3/2000. En él se encuentra al Estado mexicano responsable de violar los artículos 11, 8 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) donde recomienda al gobierno investigar de manera completa, imparcial y efectiva para determinar la responsabilidad penal de todos los autores del asesinato de Pedro Peredo Valderrama.

Entre 1997 y 1998 se ajustaron las prioridades para el litigio en materia de derechos humanos. Se decidió dar mayor atención, debido a la frecuencia con la que se presentaban, a casos de tortura, detención arbitraria, desapariciones forzadas y violaciones a los elementos del debido proceso.

Este arduo trabajo tuvo un periodo de receso y reestructuración durante el año 2000, cuando el CDHFV cerró sus puertas por el lapso de un año. Después de aquella breve pausa de actividades, en 2001 el Centro Vitoria reabre sus puertas, y a finales de ese año Fray Miguel Concha asume la Dirección por segunda ocasión, e inicia a una nueva etapa en la vida del Centro.

Periodo 2003-2006

Para entonces el cambio de gobierno que significó la salida del Partido Revolucionario Institucional, y con ello la llegada del Partido Acción Nacional a la presidencia de la República, se consideraba con pocos resultados positivos. Si bien este cambio trajo un avance en materia de firma y ratificación de instrumentos internacionales de derechos humanos, lo cual ha servido de fundamento al trabajo de las organizaciones civiles en la defensa, justiciabilidad y exigibilidad de derechos humanos, también ha sido y sigue siendo uno de los periodos en donde las violaciones a los derechos humanos se han incrementado; los DESCA se hicieron evidentes, y por ende las luchas en torno a su defensa.

A partir del año 2003 Agnieszka Raczynska queda a cargo de la Coordinación General, y las áreas de trabajo son reestructuradas para conformarse de la siguiente manera: Promoción y Difusión, Educación, Investigación y Jurídico.

En ese periodo de trabajo surgieron proyectos como la Cátedra de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria; la Escuela para Promotoras y Promotores Juveniles de Derechos Humanos; el Informe Anual sobre la Situación de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (Informe DESCA) y el proyecto de Defensa Legal. Además nace nuestra Página Web www.derechoshumanos.org.mx.

El personal de las distintas áreas representó al Centro en diversos espacios de defensa y denuncia como la Misión Civil de Observación en el caso La Parota, y la Campaña Nacional e Internacional por la liberación de los presos de Atenco. Entre 2003 y 2004 una de las prioridades de la reestructuración fue el fortalecimiento del trabajo de defensa legal con la finalidad de brindar una mejor atención al cada vez mayor número de peticiones de ayuda por violaciones a los derechos humanos que se nos presentaban.

Periodo 2006-2012

El periodo marcado por el sexenio a cargo de Felipe Calderón Hinojosa ha sido catalogado como uno de numerables violaciones a los derechos humanos, y sobre todo en materia de desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales, mientras que las violaciones y luchas por los DESCA, principalmente los relacionados por tierra y territorio, agua, vivienda y medio ambiente se agudizaban, al igual que un retroceso en materia laboral. Todo ello impulsado desde una política económica basada en la explotación de recursos y flexibilización de los derechos laborales.

En julio de 2006 asumió la Coordinación General del Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria O.P” A.C., la Mtra. Ana Luisa Nerio Monroy, cargo que desempeñó de junio de 2006 a marzo de 2012. Los proyectos ya existentes se mantuvieron y fortalecieron, sumándose otros. El área de investigación se dio a la tarea de realizar trabajos de análisis sobre el derecho a la alimentación, y junto con el área de educación realizaron el manual ABC de los DESCA, un manual de educación en la materia. Se realizaron informes explorando los aportes de otros enfoques como el de la no discriminación, y se realizaron investigaciones en torno a los DESCA en el Distrito Federal. El área de Educación elaboró dos Manuales para Promotoras y Promotores de Derechos Humanos, y se realizaron múltiples foros y cátedras de derechos humanos. En cada una de estas sesiones se retomaron importantes temas de análisis, como: Tortura en México; derechos de los pueblos indígenas; derechos de las mujeres; Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales, entre otros

Desde el área jurídica se fortalecieron casos de defensa sobre tortura y DESCA, como el de la Súper Vía Poniente en el Distrito Federal. En conjunto con otras organizaciones, se presentaron Juicios de Amparo Indirecto contra el Reglamento de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, mismo que fue sobreseído, y la resolución confirmada en revisión.

Una característica de estos años fue el impulso que se dio al trabajo, en procesos de interlocución, litigio jurídico, promoción y difusión, tanto a nivel federal como relativos al entonces Distrito Federal, articulando los trabajos en educación, defensa jurídica e investigación en torno a dos temas centrales: los DESCA y el trabajo con grupos de población discriminados o excluidos, donde la población joven fue prioritaria para este Centro.

Durante este periodo el CDHVitoria, junto con otras organizaciones trabajaron en la Campaña Sin Maíz No hay País, la cual tuvo como objeto defender el derecho a la alimentación e incidir en el reconocimiento del derecho a la alimentación en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, objetivo cumplido exitosamente ya que en 2011 se aprobó la reforma constitucional que establece el derecho a la alimentación en la Carta Magna, al modificar tanto el artículo 4o., y un segundo párrafo a la fracción XX del Artículo 27.

Periodo 2012-2017

Para el año 2012 el regreso del Partido Revolucionario Institucional a la cabeza del poder ejecutivo provocó numerosas movilizaciones, muchas de ellas encabezadas por estudiantes universitarios y movimientos sociales. Los hechos ocurridos el 1 de diciembre de 2012 marcaron la tendencia a la represión en contextos de protesta social que continúa hasta la fecha. Como Centro Vitoria acentuamos la visibilidad de las violaciones a los derechos de las juventudes y personas defensoras de derechos humanos.

Durante la primer parte de este periodo estuvo a cargo de la Coordinación General Clara Meyra Segura. Los proyectos existentes se mantuvieron y se dio un mayor impulso al trabajo con las personas jóvenes. A lo largo de los años 2013 y 2014 denunciamos que el Estado ha criminalizado la protesta social haciendo uso del derecho penal para castigar o inhibir a las personas que protestan, y ha construido un andamiaje legal para restringir este derecho.

También en este periodo el Centro Vitoria observó la necesidad de sistematizar la práctica de cada una de las áreas, por lo que se buscó la manera de elaborar y diseñar todo un conjunto de manuales que recuperaran los elementos más importantes del trabajo tanto con jóvenes promotoras y promotores de derechos humanos, así como la defensa jurídica y la investigación sobre los DESCA.

Durante la segunda parte de este periodo estuvo a cargo de la Coordinación General Melissa Vértiz. La tercer década de vida de la organización llega en un contexto de profundas reformas estructurales y acciones de grave represión (Ayotzinapa y Nochixtlán, por ejemplo) que sacuden las redes de organizaciones y fortalecen el diálogo de la organización con sectores sociales movilizados diversos como sindicatos, asambleas nacionales y movimientos campesinos. A lo largo de estos años se fortalecen los procesos de acompañamiento y educación junto a mujeres defensoras y víctimas de violaciones a derechos humanos de diversas regiones del país. 

Se multiplica también en este periodo la participación del Centro como voz fundamental en articulaciones nacionales, regionales e internacionales que avanzaron en acciones de denuncia e interlocución a la par de la profundización de la militarización en el país y el avance de los Tratados de Comercio en la región. 

Otra característica de estos años es la diversidad de espacios convocados por el Centro para discutir o participar en procesos de formación sobre temas como los derechos de las juventudes, derechos culturales, DESCA, seguridad para personas defensoras y derechos digitales, entre otras agendas de gran importancia en la discusión pública. 

Periodo 2017-2019

Indudablemente este trienio estuvo marcado, entre otras cosas, por la agudización de la crisis de derechos humanos en el país, la violencia estructural y sistemática, y la corrupción e impunidad generalizadas. Asimismo, algunos hechos marcaron el contexto social y político del país: la significativa lucha de las mujeres por el reconocimiento de sus derechos, los terremotos de 2017, y el contexto electoral de 2018 y el consiguiente cambio de gobierno, por mencionar algunos. 

Frente a estos enormes desafíos, junto con toda la organización, la Coordinación General acompañada por Carlos Ventura C. realizó una planeación estratégica trianual, constituyó cuatro áreas en el Centro, conformó el Consejo Consultivo e impulsó el fortalecimiento de la sostenibilidad financiera de la organización.

El CDH Vitoria tuvo una participación relevante durante este periodo, no sólo porque fue nuevamente un lugar de sinergia entre actores sociales, grupos, articulaciones y colectividades, nacionales e internacionales, sino también debido a que formó parte de varios procesos, entre ellos: encuentros internacionales de personas defensoras y víctimas de violaciones graves a derechos, acompañamientos a mujeres víctimas de violencia feminicida, incidencia en los Sistemas Universal e Interamericano de derechos humanos, así como el Programa Nacional de Derechos Humanos, la Red Universitaria y Ciudadana por la Democracia, y el Frente por la Libertad de Expresión y la Protesta Social.

Periodo 2020-actualidad

Los primeros tres meses del año se caracterizaron por una intensa actividad que influyó en las agendas de víctimas y sobrevivientes de violaciones a derechos humanos. Por ejemplo, las movilizaciones y protestas que millones de mujeres en el país realizaron el 8 de marzo de 2020, quienes gritaron los nombres de las que ya no están, y exigieron verdad, justicia, reparación y no repetición.

Sin embargo, el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial declaró la Covid-19 como pandemia. Ésta visibilizó y agudizó algunos de los problemas estructurales de México, entre ellos la crisis de derechos humanos, así como los impactos diferenciados en grupos de atención prioritaria, como las víctimas de violaciones a derechos humanos. 

En este sentido, la Coordinación General acompañada por Esmeralda García Rivero dio continuidad a los proyectos y agendas del Centro, y afianzó la línea prioritaria para 2020: el fortalecimiento interno, no sin enfrentarse a una serie de enormes desafíos para sostener la labor defensa y promoción de derechos humanos de la organización. Con ello se emprendieron una serie de acciones integrales para garantizar condiciones laborales más dignas para todas las personas colaboradoras del Centro, así como aquellas que fortalecieran los procesos de acompañamiento para la construcción de otros mundos posibles.

Así, luego de un profundo proceso de reflexión, valoración y análisis al interior de la organización, a finales de 2020 comenzó a vislumbrarse la reestructuración de las áreas y las agendas, debido a las necesidades internas y de los actores que acompañamos, así como del contexto social y político del país. De esta manera, se conformaron cinco áreas, a saber: Comunicación, Incidencia e Investigación, Litigio Estratégico, Desarrollo y Fortalecimiento Institucional, y Seguimiento a Procesos Organizativos y de Formación.