Desde México la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País CONVOCA A CELEBRAR EL DÍA NACIONAL E INTERNACIONAL DEL MAÍZ PARA HACER FRENTE A BAYER-MONSANTO Y SUS ALIADOS

Desde México convocamos a los pueblos que se alimentan y reconocen a la planta sagrada, a mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños del campo y las ciudades, a celebrar este grano milenario, fruto del esfuerzo de selección de las semillas lograda por decenas de generaciones de familias campesinas, con conocimientos y saberes renovados hasta el día de hoy desde cada rincón de las Américas.

Invitamos a que esta celebración sea un acto en favor de sistemas alimentarios campesinos sustentables diversos que sostienen la soberanía alimentaria, y un acto de protesta contra el desastre que durante más de 30 años ocasionaron las políticas anti-campesinas neoliberales que protegieron a la agricultura agroexportadora e industrial concentrada en pocas manos y en cambio excluyeron a las comunidades y a la mayoría de las unidades campesinas e indígenas de producción.

Estas políticas de abandono y despojo provocaron la privatización de la tierra, la expulsión de campesinos y campesinas de sus comunidades, una dependencia creciente de plaguicidas, herbicidas, fertilizantes y semillas híbridas, el empobrecimiento y la pérdida de variedades vegetales entre quienes nos alimentan, así como una alimentación deficiente para una gran parte de la población que depende de las importaciones y de los productos industriales. A esto se suma la presencia de grupos del crimen organizado en los diversos territorios.

Ante esta situación mostraremos que existen otras formas de hacer agricultura, de tener una alimentación sana desde la milpa y de preservar nuestras tradiciones culinarias, medicinales, religiosas, culturales y locales. En Norteamérica los pueblos originarios denominan a la milpa Three Sisters (o Tres Hermanas), por el cultivo conjunto de maíz, frijol y calabaza.

Frente a la política anti-campesina, las comunidades campesinas y pueblos indígenas han logrado con éxito proteger las semillas nativas del maíz, frente a las variedades importadas e impuestas por las corporaciones agroquímicas: Bayer-Monsanto, Dupont, Dow, Pioneer, Syngenta-ChemChina (estas últimas fusionadas en Corteva), y lo han logrado sin apoyos y recibiendo un pago insuficiente por sus productos.

Aprendiendo y haciendo nuestras estas resistencias, las organizaciones de productores y de la sociedad civil, del campo y la ciudad que participamos desde México en la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País, en 2009 lanzamos la iniciativa ciudadana del Día Nacional del Maíz en contra de la política neoliberal y del gran empresariado agroindustrial. En 2013 impulsamos la Demanda Civil ciudadana que detuvo la siembra comercial de maíz transgénico, prohibición que continúa vigente.

En México el mandato popular de las elecciones presidenciales de 2018, obliga a la construcción de un nuevo modelo que reactive la economía y la producción a pequeña y mediana escala en el campo, como única salida para desterrar la violencia, frenar la migración forzada de jóvenes y el desplazamiento de poblados enteros, fortalecer el tejido comunitario, la producción soberana de alimentos, así como para detener la absurda muerte por mal comer en la cuna del maíz. Pero sobre todo, para enfriar el planeta a través de la siembra de milpa, de la chinampa, de los huertos de traspatio, de las terrazas y utilizando nuevos métodos agroecológicos en un diálogo de saberes entre campesinos y académicos.

En este nuevo escenario, el Decreto presidencial del 31 de diciembre de 2020 que prohíbe progresivamente el uso de glifosato y el maíz transgénico, es un paso importante en la lucha por la soberanía alimentaria y por el respeto a la producción campesina sustentable y agroecológica. Está acompañado además, de otras reformas positivas a las leyes para el cuidado de la alimentación y la salud de la población, como el etiquetado frontal de alimentos procesados, así como leyes en defensa del maíz, entre otras.

Sin embargo, Bayer-Monsanto y los empresarios de la agroexportación reunidos en el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) se han opuesto a estos cambios, pues las reformas afectan sus ganancias económicas y -de acuerdo con sus propias palabras- su “libertad de  comercio e industria”. Amenazan con que habrá escasez y encarecimiento de los alimentos si no se les permite utilizar el herbicida tóxico glifosato y sembrar maíz transgénico.

Son los mismos que tratan de impulsar las reformas a la Ley Federal de Variedades Vegetales y a cerrar los caminos que permitan a México permanecer en la UPOV 78 y a no ingresar a la UPOV 91 que llevaría a la privatización de las semillas.

Defensoras y defensores del maíz y de la justicia alimentaria tienen que apropiarse de este día, salir a celebrar y manifestarse por sus propias luchas con el fin de unir esfuerzos continentales y globales a fin de crear un frente unido ante la agroindustria y los gobiernos que la promueven. Desde todos los territorios nacen luchas por la defensa de la vida: los protectores de agua contra los oleoductos de la nación Sioux; las zonas libres de transgénicos que han creado la sociedad civil en Estados Unidos y en otros países; el decomiso, eliminación y quemado de cultivos ilegales transgénicos en Ecuador; el paro nacional agrario en Colombia y su lucha por el derecho a guardar y usar sus semillas; la moratoria de 15 años que prohíbe el ingreso y siembra de cultivos transgénicos en Perú; la abrogación de decretos inconstitucionales pro-transgénicos en Bolivia. Estos son solo algunos ejemplos de las miles de acciones impulsadas desde las comunidades y movimientos de nuestro continente.

Este 29 de septiembre los invitamos a festejar las fiestas milenarias de maíz que hasta el día de hoy se llevan a cabo desde el norte del continente por los Haudenosaunee pasando por Mesoamérica hasta los pueblos Mapuches del sur. Festejemos este día las buenas cosechas y las temporadas de lluvia al igual que las moratorias, decretos y paros nacionales en defensa del derecho al buen vivir, a la biodiversidad y a la protección de nuestro sagrado maíz.

Revisa la CONVOCATORIA COMPLETA