Impuestos a bebidas azucaradas y sus implicaciones en los derechos de niñas, niños y adolescentes

La disminución del impuesto a las bebidas azucaradas atenta directamente contra la salud de los niños, niñas y adolescentes mexicanos, pues de acuerdo a la ASA y los estudios internacionales que se han presentado en esta coyuntura, este tipo de bebidas están especialmente dirigidas a ese público.


 

29 de octubre de de 2015

Por: Miguel Concha

La dignidad en nuestras manos

A través de la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) sabemos a detalle en las dos últimas semanas acerca de las modificaciones a la Miscelánea Fiscal 2016 que se impulsaron en la Cámara de Diputados para reducir el impuesto que se había logrado implementar a las bebidas azucaradas el año pasado, gracias al trabajo de diversas organizaciones de la sociedad civil. Consideramos que la disminución de ese impuesto a las mencionadas bebidas atenta directamente contra la salud de los niños, niñas y adolescentes mexicanos, pues de acuerdo a la ASA y los estudios internacionales que se han presentado en esta coyuntura, este tipo de bebidas están especialmente dirigidas a ese público.

En efecto, en evidente complicidad con las empresas refresqueras, la Cámara de Diputados aceptó que se redujera en un 50 por ciento el impuesto implementado a aquellas bebidas azucaradas que contuvieran 5 gramos de azúcar por cada 100 mililitros, cuando lo recomendado por expertos nacionales e internacionales es que dicho impuesto se suba 20 por ciento por encima de lo que estaba estipulado.

En palabras de Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor (EPC), es urgente evidenciar que “los diputados y las diputadas se han aliado con la industria refresquera para bajar el impuesto, atentando en especial contra la salud de los niños en México, en un país en que las y los niños tienen una de las más altas cifras de sobrepeso y obesidad en el mundo. Se estima que uno de cada tres niños mexicanos nacidos a partir del 2010, desarrollará diabetes en su vida, y los diputados y diputadas están contribuyendo a ello. Los legisladores y legisladoras están actuando a favor de las refresqueras y en contra de la salud de la población, especialmente de los niños pequeños”.

Esta pretendida reducción del impuesto a bebidas azucaradas hace que éstas sean más accesibles para niñas, niños y adolescentes, lo cual incentiva que las consuman de manera cotidiana. Las y los legisladores obvian reconocer y hacerse cargo de la obligación de proteger los derechos de todas las personas, en particular ahora los derechos a la salud y la alimentación; y conforme a nuestra Constitución el Estado mexicano en su conjunto tiene la obligación de proteger de terceros que atenten contra la dignidad y bienestar de las personas.

Paradójicamente desde el año 2014 ya se había logrado que se implementara un impuesto a las ya mencionadas bebidas; política que ha sido aceptada por el Estado mexicano para promover y proteger el derecho a la salud de los niños, niñas y adolescentes del país.

Sobre la base del riesgo que las empresas productoras de alimentos y bebidas provocan con sus cabildeos y conflictos de intereses a la salud de los mexicanos y mexicanas, denunciamos en ese entonces cómo estas grandes corporaciones logran que el Estado se mantenga casi al margen en cuanto a la regulación de sus productos, a la distribución de los mismos y a sus técnicas publicitarias; ahora nuevamente lo hacemos.

Siguiendo este tenor, pareciera que las empresas refresqueras y los diputados federales se proponen ahora también echar por tierra este logro ciudadano, única medida lograda con esfuerzo para regular la venta de las ya mencionadas bebidas, que constituía un avance en la procuración del derecho a la salud y a la alimentación de las personas. De acuerdo a la Sociedad Latinoamericana de Nutrición Capítulo México, el impuesto implementado el año pasado logró reducir en un 6 por ciento el consumo de dichas bebidas, reduciendo a la larga los índices de diabetes que ya son alarmantes dentro del país, y que ya representan un gasto mayúsculo para el sector salud.

Aunque un 6 por ciento pudiera parecer una cifra muy pequeña, cabe mencionar que el incentivar por medio del impuesto en cuestión que los niños y niñas consuman menos bebidas azucaradas, a la larga evita que ellos y ellas se vuelvan consumidores regulares de las mismas conforme van creciendo, reduciendo así el riesgo de padecer diabetes y/o sobrepeso con los años; de tal manera que a largo plazo se reduce el índice de adultos afectados por dichos padecimientos.

Así, en vista de que la nueva iniciativa pone en riesgo la salud y la buena alimentación de la población mexicana en general; de la victoria lograda hace un año respecto a la regulación de los precios de las bebidas azucaradas, y de la ya alarmante situación de las mexicanas y los mexicanos que padecen de los males relacionados con las mismas, diversas organizaciones de la sociedad civil manifestamos nuestro total desacuerdo ante tales modificaciones a la miscelánea fiscal. Sabemos que al momento que se publica este artículo el Senado de la República modificó oportunamente la adición hecha por los diputados; sin embargo, y conforme al proceso legislativo, ahora regresa a la Cámara baja, donde deberá aprobarse la minuta enviada por el Senado. Estemos alerta para que bajo ningún pretexto se ponga en riesgo de nueva cuenta la salud de las infancias y juventudes en México.

Y por ello Organizaciones de la Sociedad Civil dirigimos la siguiente Carta a los representantes del Poder Legislativo Federal. Además, la Sociedad Latinoamericana de Nutrición Capítulo México lanzó una petición en Change.org para recoger firmas ciudadanas que muestren el descontento con la reducción del impuesto a las bebidas azucaradas recién aprobado por el Legislativo Federal. Participemos.

 

 *Miguel Concha Malo es Director General del Centro de Derechos Humanos «Fray Francisco de Vitoria» O.P. A.C.

Consultar en Animal Político.

Imagen destacada (modificada) : Orlando

 

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