Orgullo : Esta marcha es de lucha y de protesta
No podemos negar que en el contexto de crisis de derechos humanos en el que nos encontramos, la discriminación en todos sus niveles hacia las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, travestis, transexuales e intersexuales (LGBT+) está más que latente. Los discursos de odio que perpetúan prejuicios y estigmas sociales en torno a las diversas orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género distintas a la heterosexualidad, y al binarismo que le corresponde, continúan siendo la excusa mal fundada de movimientos antiderechos
, así como la causa y justificación de agresiones y violaciones a derechos humanos que en muchas ocasiones culminan en crímenes de odio que arrebatan la vida.
Desde una perspectiva interseccional, y recordando que México es uno de los países con mayor riesgo para las personas defensoras de derechos humanos, agregar una de orientación sexual, de identidad y de expresión de género diversa, complejiza aún más esa labor e incrementa el riesgo de ser víctimas de crímenes de odio. Por tanto, es fundamental que esta característica sea considerada en los mecanismos, legislaciones e instancias de protección de personas defensoras de derechos humanos y periodistas.
La búsqueda de garantizar una vida digna y el pleno ejercicio de los derechos humanos para las personas sexo/género diversas ha tenido logros importantes que nos ayudan a acercarnos a ese otro mundo posible, donde sea una realidad garantizar todos los derechos para todas las personas, donde las vidas de las personas LGBT+ sí importan. En este sentido cabe decir que ante la falta de preocupación y atención por parte de muchas de las autoridades de nuestro país a esta grave problemática y diluye en cifras carentes de sensibilidad que no muestran los impactos en historias de vida de familias, amistades, personas cercanas y el mismo tejido social, existen también algunos espacios de refugio y acuerpamiento especializados en las particularidades y necesidades propias dentro del mismo colectivo. Hay ejemplos como el Refugio Frida, Casa La Banda, Casa de Día Vida Alegre y Hogar Casilda Buenrostro, así como Cuenta Conmigo, Fundación Arcoiris, El Armario Abierto, Musas de Metal y espacios institucionales de confianza como el COPRED en la Ciudad de México, CONAPRED o la Clínica Condesa, los cuales dedican sus esfuerzos en diversas formas y niveles de acompañamiento a generar las condiciones que permitan un libre desarrollo y dignidad humana. El acuerpamiento y redes de apoyo salvan vidas, y en el contexto tan aterrador que atravesamos son indispensables para seguir tejiendo redes, resistir, exigir y defender nuestras propias vidas dentro de esta realidad tan compleja y revictimizante.