• A pesar de que la convocatoria introdujo importantes estándares para garantizar una evaluación objetiva sobre la idoneidad de los perfiles, la terna aprobada no responde a los catorce indicadores aludidos en el dictamen aprobado.
  • El Senado de la República tiene la obligación de hacer públicas las evaluaciones de las 56 personas candidatas, así como motivar y justificar la terna aprobada. No hacerlo evidencia la simulación del proceso.
  • Una terna que incluye perfiles con filiaciones político partidistas y cuestionamientos al desempeño en la defensa de derechos humanos, pone en riesgo la legitimidad de la CNDH.

Las organizaciones articuladas en el colectivo #CNDHautónoma manifestamos nuestro rechazo a los sucesos del día de ayer, 29 de octubre, por los cuales una terna previamente acordada de manera opaca y discrecional por la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) se aprobó en la sesión de las Comisiones Unidas de Derechos Humanos y de Justicia del Senado de la República.

La convocatoria aprobada por ambas comisiones, que al inicio del proceso dio señales de un salto de calidad respecto a procesos de designación anteriores, se redujo a letra muerta y dio paso a la simulación. Por esta razón, pedimos al Pleno del Senado que devuelva la terna a las Comisiones y no apruebe ninguna alternativa hasta que se garantice la idoneidad de los tres perfiles, en función de sus méritos, trayectoria y probidad. 

Solo en la medida en que se transparenten las evaluaciones de los 56 perfiles y el resultado de estas justifique la decisión de la terna, se confirmará que se anteponen los méritos y no los acuerdos partidistas.

En este sentido, hacemos notar puntos cruciales que han viciado el proceso:

  1. Tras la revisión documental, no hubo una primera selección a partir de una evaluación objetiva, lo que devino en una lista larga de candidaturas, pues todas y todos los aspirantes (57) fueron aceptados.
  2. La lista larga de candidaturas impactó significativamente en los tiempos de las comparecencias, pues las y los candidatos tuvieron sólo 4 minutos para exponer sus planes de trabajo y otro tanto para responder rondas de preguntas y cuestionamientos.
  3. Nunca se dio a conocer el instrumento de evaluación empleado por las y los senadores (a pesar de que la convocatoria establecía su carácter vinculante en la toma de decisiones), impidiendo con ello un mayor acompañamiento de la sociedad al proceso, y manteniendo en la opacidad las listas de prelación que justificarían la formulación de la terna.
  4. Sin una lista de prelación objetiva y basada en evidencia, aparentemente algunos grupos políticos negociaron la composición de la terna, a partir de una lógica de cuotas y cuates.
  5. No hay evidencia de que las y los senadores hayan escrutado ampliamente los perfiles de las personas candidatas, especialmente de aquellos con señalamientos y cuestionamientos en notas periodísticas y otras fuentes de acceso público.
  6. La sesión en la que presuntamente las Comisiones Unidas discutirían la conformación de la terna partió con la lectura de un dictamen y una terna prefabricada y acordada en la opacidad.
  7. Después de una sesión larga, donde se evidenciaron los cuestionamientos sobre algunas candidaturas e incluso se propuso una terna alterna, las Comisiones optaron por aprobar por mayoría esta terna, sin introducir elementos que justificaran esta decisión.

Por lo anterior, exigimos la presentación de los instrumentos de evaluación que dan cuenta de los indicadores vinculantes que señala la convocatoria, pues la terna aprobada confirma que se anteponen los intereses partidistas sobre la autonomía  e independencia que necesita una institución fundamental para la protección de los derechos humanos en el país. Exigimos al Senado que esté a la altura de la crisis de derechos humanos de nuestro país y garantice una terna con los tres mejores perfiles.

Imagen destacada: #CNDHAutónoma