Ciudad de México a 11 de julio de 2022

Al C. Lic. Andrés Manuel López Obrador
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos


A la Opinión Pública
El 31 de mayo de este año recibimos el oficio D3/RGP/238/2022 firmado por el doctor en Derecho Rosendo Gómez Piedra, director jurídico del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), como respuesta a la carta que enviamos el 19 de abril de 2022 para dara conocer las razones por las que nos oponemos a la construcción del Tren Maya. Al respecto hacemos algunas observaciones que nos parecen de la mayor importancia:


Si bien la carta fue dirigida en primer término al Lic. Andrés Manuel López Obrador en su calidad de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, y quien responde es el director jurídico de Fonatur, está entre las atribuciones del ejecutivo solicitar que la respuesta la dé la entidad que oficialmente tiene a su cargo el megaproyecto llamado Tren Maya. Sin embargo, tenemos dos objeciones, una es de forma: la respuesta va dirigida sólo al responsable de la carta -por norma debe de haber uno- sin embargo, la carta la firmamos más de 300 personas a las que después de la entrega se han sumado más de mil personas. No es la carta de un individuo sino de toda una comunidad preocupada por la sostenibilidad del país.


La segunda observación es de fondo, pues en los hechos nos permite afirmar que la carta no ha sido respondida. De los 20 puntos que exponemos en nuestra comunicación, el director jurídico se refiere, sin responder, sólo parcialmente a uno -el número 20- que tiene como tema la consulta pública y los estudios previos indispensables para la realización de la obra, y que a la letra dice:


El proyecto se lleva adelante sin el consentimiento de las comunidades y pueblos
indígenas, sin una consulta que cumpla con los requisitos establecidos por el
Convenio 169 de la OIT, sin estudios de mecánica de suelos, sin manifestaciones
de impacto ambiental en todo el territorio que abarca y con algunas muy deficientes para algunos de los tramos. Tampoco se ha realizado, por cierto, un
estudio de factibilidad económica y los presupuestos se van acrecentando sin
poder mostrar resultados.


En el oficio que se nos envía en calidad de respuesta, hay una serie de afirmaciones que
confirman nuestra preocupación sobre el proyecto Tren Maya. Es la siguiente:


Actualmente se lleva a cabo el proceso de consulta libre, previa e informada a los
pueblos y comunidades indígenas mayas, tzeltales, choles y otros de los estados
de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo… (Gómez,
D3/RGP/238/2022).


Esta afirmación evidencia que la consulta se está llevando a cabo en estos momentos, demostrando que la consulta no ocurrió antes de iniciada la obra, sino sobre la marcha, y sin un proyecto ejecutivo integral realmente definido, pues el trazo del Tren Maya ha sido modificado varias veces y sigue modificándose.


Por lo demás, hay numerosos indicios de que la consulta no se ha dado en los términos debidos. Varios de ellos están señalados en el informe que presentó la Relatoría Especial de la ONU el 19 de diciembre de 2019, en el que se solicita la “…atención urgente del Gobierno de su Excelencia a la información que hemos recibido sobre los posibles
impactos del llamado Proyecto Tren Maya para las comunidades indígenas que podrían verse afectadas en sus derechos territoriales, en su derecho a no ser desalojados y en su derecho a la salud, entre otros, en los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo”.


Copiamos aquí tan solo unos párrafos de ese informe que nos parecen muy relevantes:


Respecto al carácter previo de la consulta y el consentimiento, la ONU-DH celebra que los diálogos con las comunidades indígenas de la región en relación con el proyecto hayan iniciado antes de su definición y ejecución, lo cual contribuye al cumplimiento de dicho principio. Este aspecto, positivo en sí mismo, difiere de la convocatoria y el protocolo de la consulta que señalan como uno de sus objetos establecer acuerdos con las comunidades respecto a su participación en la implementación y la distribución de beneficios, lo cual podría dar a entender que el proyecto se hará independientemente del resultado de la consulta.

En cuanto al carácter informado, la Oficina observó que la convocatoria, el protocolo y la información presentada sólo hacían referencia a los posibles beneficios del proyecto y no a los impactos negativos que pudiera ocasionar.
Durante las sesiones observadas, en diversas ocasiones las personas participantes preguntaron sobre dichos impactos sin obtener una respuesta clara y completa. La ausencia de estudios sobre los impactos o la falta de difusión de los mismos, dificulta que las personas puedan definir su posición frente al proyecto de manera plenamente informada. No obstante esta circunstancia, desde las autoridades se avanzó a la etapa consultiva del proceso.


Durante las sesiones informativas y en la etapa consultiva, algunas autoridades manifestaron que la garantía de diversos derechos económicos, sociales y culturales no estaba condicionada a la aceptación del proyecto. Sin embargo, la ONU-DH observó que como consecuencia de la forma en que se presentó el proyecto y se desarrollaron las sesiones, las personas de las comunidades expresaban su conformidad con el proyecto como un medio para recibir atención a necesidades básicas como agua, salud, educación, trabajo, vivienda, medio ambiente sano y cultura, lógica que afecta el carácter libre de la consulta.


En cuanto a la adecuación cultural del proceso, es motivo de preocupación que la metodología del mismo no haya sido construida y acordada con las comunidades involucradas. Esto implicó que la definición de a quién consultar, dónde hacerlo y en qué momento fuera establecida unilateralmente por las autoridades. En este sentido, la Oficina escuchó participaciones que indicaban que los tiempos de consulta fueron muy cortos, que las traducciones, cuando las había, no eran adecuadas, que muchas personas no pudieron desplazarse por falta de recursos económicos y que la mayoría de quienes participaron eran autoridades municipales y ejidales dejando fuera a otros grupos y personas que forman parte de las comunidades.


Preocupa de manera particular a la Oficina la baja participación y representación de las mujeres indígenas en el proceso, a pesar de los esfuerzos realizados en algunos lugares para asegurar su inclusión. La ONU-DH considera que éstos deben ser reforzados y ser culturalmente adecuados para lograr que la voz de las mujeres esté legítimamente representada. (ONU-DH: el proceso de consulta indígena sobre el Tren Maya no ha cumplido con todos los estándares internacionales de derechos humanos en la materia. (ONU-DH: el proceso de consulta indígena sobre el Tren Maya no ha cumplido con todos los estándares internacionales de derechos humanos en la materia. Consultado el 27 de junio 2022).

Sabemos que el gobierno de México respondió a este informe, pero en los mismos términos de la respuesta a nuestra carta, reiterando que cumplió con los estándares internacionales respecto de la consulta, sin aportar prueba alguna, por lo que sus afirmaciones quedan en entredicho.


En el comunicado del Director Jurídico de FONATUR se incluyen una serie de datos como los siguientes, que nuevamente son preocupantes:


Entre los participantes se destacan los más de 290 miembros de las Comisione de seguimiento, líderes y autoridades comunitarias electos durante las asambleas consultivas….
…se han celebrado, en total, 75 Asambleas regionales en los 5 estados que conforman el área de influencia del proyecto, con un universo de participación de 14,305 personas, entre líderes indígenas y autoridades comunitarias, funcionarios públicos representantes de las dependencias que forman parte del Comité
Técnico Interinstitucional y de otras instituciones del orden estatal y municipal representantes de organizaciones de la sociedad civil y observadores nacionales e internacionales… (Gómez, D3/RGP/238/2022, pp. 7-8).

En el área de influencia del tren, de acuerdo con el Censo de Población 2020 de INEGI, hay 200 localidades con 141,899 personas mayores de 3 años que habla alguna lengua indígena. En el documento del Director Jurídico de FONATUR se afirma que en las asambleas consultivas participó un total de 10,305 personas, lo que significa que estas consultas no alcanzaron ni al 10% de las poblaciones afectadas. Con el agravante de que, en el caso de que se tratara de representantes o voceros comunitarios, por lo menos una parte de ellos fue elegida en dichas asambleas, como se puede leer en el oficio del Director Jurídico, y no en sus comunidades de origen, lo que resulta ajeno a los usos y costumbres tradicionales de los pueblos originarios.


En los amparos que se han presentado en relación con la obra del Tren Maya, en testimonios expresados en diversos foros y en reportajes de prensa, hay numerosos testimonios de los habitantes de esos estados, que evidencian que no fueron consultados 4 o que si se les consultó fue sin ofrecer información suficiente, o incluso rodeados por efectivos del ejército, como ocurrió en el caso del Ejido Don Samuel.


Tampoco han sido delimitados adecuadamente los sistemas regionales ambientales, lo que ni siquiera permite evaluar -y evitar en su caso- el daño ecológico y la fragmentación de las dinámicas de vida de esos territorios. De manera que el único punto que sí fue considerado en la respuesta del Director Jurídico de FONATUR no ha sido contestado satisfactoriamente, por lo que nuestra objeción sobre el tema sigue vigente.


Quedan por responder además los otros 19 puntos, todos ellos en referencia a los delicados temas de medio ambiente. Los retranscribimos aquí, en espera de que haya ahora sí una respuesta formal a nuestra carta, que damos por no respondida.

  1. Este territorio, habitado por el pueblo maya desde tiempos ancestrales, ha generado modos de vida, costumbres, visiones del mundo y modos de producción y de subsistencia que respetan las condiciones ecológicas y aprovechan los potenciales de sus territorios; éstos no coinciden con los ideales de progreso, rentabilidad y urbanización que impulsa el proyecto Tren Maya. Contrariamente, estos modos de vida se ven violentados y la amenaza que conllevan, apunta a la extinción de una gran civilización que ha logrado, a pesar de los embates de la modernidad y el desarrollo, mantener sus propias lógicas de vida y sentidos del mundo. La convivencia de esas culturas con otros seres vivos, es la que ha protegido hasta ahora la Selva Maya sustentada en su diversidad biocultural y en los equilibrios ecosistémicos de sus territorios de vida, incluyendo la versión contemporánea de la cultura maya, en resistencia frente al avasallamiento del proceso de colonización/modernización, impulsado por la acumulación destructiva y la desposesión que ejerce la lógica del Capital.
  2. Los indicios conocidos, muestran que ese territorio fue extensamente ocupado por el pueblo maya y que gran parte de los datos sobre la historia y trayectoria de esa civilización se encuentran plasmados en las edificaciones, vestigios y sitios arqueológicos, que en parte serán destruidos por las obras, y en parte vulnerados o transfigurados por su conversión en mercancías de atracción turística. En cualquiera de los dos casos se destruye su valor histórico, la posibilidad deencontrar en ellos las claves culturales de larga duración de la civilización maya y los sentidos presentes que tienen para los mayas contemporáneos. El desconocimiento de las prácticas socioculturales locales, propicia que la 5 mercantilización del patrimonio sea vista como una oportunidad. La frase“el etnocidio puede tener un giro positivo: el etnodesarrollo”, tomada deldocumento oficial de la MIA del tramo 1, implica que se considera que acabar conlas prácticas culturales de una región, puede resultar ventajoso para la poblaciónindígena, al “modernizarse” trabajando en resorts con nombres mayas, pero enrealidad ya está causando desplazamientos poblacionales, especulación con lastierras y desestructuración comunitaria.
  1. La península de Yucatán es una plataforma cuyo relieve se origina por la meteorización química de rocas calizas sedimentarias, conocidas como karst, que dan al suelo una condición quebradiza y frágil, no adecuada para soportar el peso de trenes rápidos y pesados para el transporte de turistas, mercancías e hidrocarburos.
  2. El suelo kárstico, poroso y permeable, ha determinado la creación de un complejo sistema hidrológico subterráneo que alberga uno de los acuíferos más importantes de México: algunas estimaciones indican que contiene 33% del agua nacional; hoy ya está siendo afectado por las obras del Tren Maya.
  3. El uso excesivo y la contaminación del agua subterránea, así como el aumento de basura inorgánica sin procesamiento alguno, ya amenazan desde ahora el abasto de agua y acercan el peligro de la salinización del acuífero con el inminente riesgo de producir sequías y una desertificación generalizada. Este proceso se multiplicará con la urbanización y actividades productivas que propiciará el Tren Maya.
  4. Debajo del suelo peninsular se despliega el sistema de cuevas y ríos subterráneos más largo del mundo, donde florecen ecosistemas únicos y se conservan restos humanos con una antigüedad de 13,500 años en los casos ya estudiados. Chicxulub, el Anillo de Cenotes formado por el impacto del meteorito hace 70 millones de años, alberga fauna endémica e información geológica única en el mundo. Todo ese sistema podría ser afectado por la construcción del Tren Maya.
  5. La riqueza biocultural de la región es de relevancia planetaria. Quintana Roo cuenta con los arrecifes bacterianos en sistemas de agua dulce más grandes del mundo y en sus costas está el segundo arrecife coralino más largo a nivel mundial. Muchas de estas cuevas albergan grandes poblaciones de murciélagos que son controladores de plagas, dispersores de semillas y polinizadores insustituibles. Sus ecosistemas albergan otras especies valiosas y amenazadas como el jaguar, el pecarí de labios blancos y un sinnúmero de especies de peces dulceacuícolas, aves
    e insectos. Los polos de desarrollo planeados a partir del Tren Maya los ponen en
    riesgo.
  6. Los ecosistemas de la península de Yucatán han sido reconocidos entre los más biodiversos, y que proveen de múltiples servicios ecosistémicos a la región y al 6 planeta. En la franja costera de la península se asientan 54% de los manglares delpaís, los cuales almacenan 60% del carbono azul, relevante para mitigar el daño delos gases de efecto invernadero sobre el calentamiento global del planeta.
  1. La salud de los manglares, de los humedales, de los arrecifes coralinos y bacterianos conocidos como estromatolitos, de las costas, dunas, pastos marinos y selvas depende del agua subterránea y de la red de ecosistemas que se desarrolla en ella. A su vez, estos ecosistemas reducen la vulnerabilidad de la población frente
    al cambio climático. El daño que les han infringido las actividades económicas como el turismo, las granjas pecuarias y las agroindustrias debería conducir con urgencia a impulsar proyectos de restauración ecológica. Por el contrario, el proyecto del Tren Maya es impulsor de actividades productivas que agravan el
    deterioro socio-ecológico de la península de Yucatán.
  2. En las últimas décadas, la cobertura coralina ha disminuido dramáticamente hasta llegar a menos de 10% de su extensión potencial, las enfermedades de los corales se han incrementado y también la cobertura de macroalgas, como resultado del turismo masivo y del aumento de actividades pecuarias y de agroindustria, principalmente. Al aumentar el turismo a partir del Tren Maya, estas condiciones se agravarán.
  3. En Laguna Bacalar, en el sur de Quintana Roo, la falta de tratamiento de agua residual, el aumento desmedido del turismo no sostenible, la deforestación y el uso de fertilizantes químicos para favorecer actividades agrícolas intensivas han provocado cambios ambientales que afectan la salud de los arrecifes bacterianos y que han disminuido la variedad de colores de la laguna.
  4. En el Estado de Yucatán más de 80% de la vegetación natural ha sido perturbada. A mucha de esta vegetación se le denomina “acahual”, que no es otra cosa que un proceso natural de sucesión secundaria, que regida bajo las prácticas tradicionales de los pueblos asentados en los ecosistemas tropicales, ha conducido hacia la
    producción de la biodiversidad, y constituye el patrimonio biocultural de las comunidades. Por lo tanto, estos espacios pueden ser restaurados y su estado no debe ser argumento para afectarlos a través de modos de apropiación que rompen el ya frágil equilibrio y sustentabilidad ecológica de sus territorios.
  5. El tren Maya generará una migración masiva que impactará a los bosques tropicales, que al igual que otros ecosistemas, se ven presionados por el crecimiento poblacional, la ganadería, la agricultura extensiva, el agronegocio y los desarrollos turísticos de gran escala.
  6. La infraestructura del Tren Maya fragmenta el paisaje, impidiendo la movilidad natural e indispensable de las especies y propicia daños irreversibles en los servicios ecosistémicos, que tarde o temprano afectarán la calidad de vida de los centros urbanos y las poblaciones locales.
  1. El turismo masivo que impulsa el Tren Maya con la consiguiente urbanización acelerada y no planificada, afectará los modos de vida, deteriorará las condiciones sanitarias, propiciará la generación excesiva de basura y aumentará tanto el consumo como la contaminación del agua.
  2. La afluencia turística que se calcula, sin ninguna previsión certera, haría pasar por la selva a 3 millones de turistas en lugar de los 40 mil actuales (en el tramo de Calakmul), provocando los efectos de barrera, ruido, vibración y peso, además de una invasión difícil de gestionar por las comunidades y pueblos aledaños.
  3. El tren es en realidad un proyecto inmobiliario y de urbanización con bandera de turismo responsable, que busca ser motor de la economía peninsular. Sin embargo, ese modelo de desarrollo ya probado en la península de Yucatán, ha llevado al empobrecimiento ambiental y a una creciente inequidad social en la región, exponiendo a los más vulnerables a pagar los enormes costos del deterioro ambiental sin recibir a cambio algo más allá que empleos precarios. A pesar de eso, este modelo pretende ser replicado, involucrando más ciudades y más estados, con las mismas omisiones y errores. El proyecto Tren Maya, considera la creación de empleos en el corto plazo en el ramo de la construcción, pero no considera el fenómeno migratorio en los polos urbanos.
  4. Con Cancún como caso testigo, cabe presumir que a la masificación de las actividades y locaciones turísticas corresponderá un incremento del tráfico y consumo de drogas, que no se restringe a los turistas sino a parte de la población joven de la región también. Consecuentemente cabe prever un aumento de la violencia y la potencial trata de personas para prostitución. Todo ello definitivamente alterará de manera irreversible y muy dañina a la sociedad regional.
  5. Una gran preocupación es la falta de planeación, discusión y evaluación que por ley debió tener esta mega obra. Esto determina cambio de rutas multiplicando el daño ecosocial y destruyendo comunidades y ecosistemas de manera inútil y más allá de lo que la obra requeriría.

En el curso de estos meses a estas observaciones se han sumado otras, de las que mencionamos sólo dos:


a) Las atribuciones que se han ido otorgando a la SEDENA para el desarrollo y la construcción de la obra, lo que es motivo de gran preocupación, pues reduce los 8 espacios civiles de gestión social y ecológica en torno al megaproyecto e incrementa paulatinamente la militarización de la zona.


b) La evidencia de que las Manifestaciones de Impacto Ambiental han sido vistas como un simple trámite burocrático y no como un instrumento de protección al socio-ecosistema.

Consideramos que la carta que enviamos el 19 de abril 2022 no se ha respondido ni total ni parcialmente, por lo que nuestras observaciones mantienen su vigencia y seguimos esperando una respuesta.


Reiteramos nuestra oposición a un proyecto que por sus dimensiones y por el descuido con el que fue planeado, tendrá un grave impacto sociocultural, pues pone en riesgo la pervivencia de las culturas y los pueblos milenarios que habitan la región, al tiempo que está provocando un daño ecológico de alcance mundial al afectar directamente el corredor selvático mesoamericano y su conexión con la cuenca amazónica, que contienen ecosistemas únicos y entrelazados de enorme relevancia en las dinámicas tanto climáticas como de biodiversidad de todo el planeta.

Carta que firmaron más de 1000 personas en relación con nuestra oposición al Tren Maya, fue entregada en Atención Ciudadana de Presidencia el 19 de abril de este año. Ver carta aquí:
https://drive.google.com/file/d/1JvrcRusCgpdTn1eOmIPJAa5NtK6ipSg7/view

Oficio firmado por el Director Jurídico de Fonatur, que recibimos el 31 de mayo de 2022 y que puedes ver aquí: https://drive.google.com/file/d/1B77lRZ3YTp4xM9I_SgkFsk3vdYi8aSOn/view?usp=sharing

¡Suma tu firma! Formulario: https://bit.ly/3RNEw8