La Red #RompeElMiedo, el Frente por la Libertad de Expresión y Protesta Social y Comunicación e Información de la Mujer A.C. acompañan la exigencia de justicia de miles de mujeres en el marco del #8M2021

La manifestación ocurrió en un ambiente de total tensión derivado del hartazgo social ante las omisiones del Estado para prevenir la violencia contra las mujeres, así como la constante criminalización e intimidación por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México y otras autoridades capitalinas.

FLEPS, RRM, CIMAC y RNDDHM exigen investigar violaciones a la libertad de expresión durante la protesta feminista #JusticiaParaAlexis

Comunicados | Adhesiones del CDHVitoria | Imagen : FLEPS 10 de noviembre de 2021 Condenamos el uso excesivo de la fuerza en contra de manifestantes, defensoras de derechos humanos y periodistas en la protesta #JusticiaParaAlexis, ocurrida el día de ayer 9 de noviembre en Cancún, Quintana Roo, y llamamos a las autoridades del estado a que respeten y garanticen la protesta social como un ejercicio legítimo del derecho a la libertad de expresión. Conoce el comunicado

Resistencia LGBT+, defender nuestras vidas

Editoriales | Blog «La dignidad en nuestras manos» del Plumaje de Animal Político Web original | Imagen : Web Por: Jorge Luis Aguilar y Leslie Joryet 11 de septiembre de 2020 De algunos meses a la fecha han resaltado en medios diversos casos de asesinatos a personas LGBT+ en nuestro país, y aunque las latitudes son distintas, los crímenes están emparentados por las evidentes señales de violencia y saña con las que quien les atacó buscó imprimir su odio en los cuerpos de las víctimas. No sabemos quiénes son los o las culpables, pero las notas periodísticas enuncian disparos con armas de fuego, mutilaciones, arrollamientos e incineraciones como formas de tortura; que, además, de forma similar a como se ha insistido al hablar sobre uno de los signos que distinguen a la forma más extrema de violencia contra las mujeres -un feminicidio- muchos de estos ataques también terminan con los cuerpos de las víctimas abandonados en vía pública, como si de basura se tratara, intentando evidenciar el grito del perpetrador de “tú no vales nada”. En pleno 2020 persiste la discusión de si algunas personas son válidas y otras no, en donde las diversas formas del rechazo a la diferencia se cobijan del sistema cultural patriarcal que en ciertos casos discrimina y excluye sistemáticamente, en otros arrebata de manera violenta la propia vida y bajo otras formas ofrece a través de lo que podría ser considerado como tortura, la supuesta “cura” ante lo que por pura semántica es, entonces, lo “desviado”, lo “enfermo” o lo “anormal”. La discusión es tan añeja como argumentar si alguien tiene el derecho de votar, de sentarse en la parte de enfrente de un autobús o si puede vestirse como su identidad le dicte. Las personas activistas y organizaciones no se han quedado con los brazos cruzados, pues los avances, sobre todo en la visibilización de las realidades a las que día a día enfrenta el colectivo, han empujado enormes logros y transformaciones en el país, pero que a su vez, esa visibilidad y presencia en muchos de los casos genera un reflujo, una respuesta de una tendencia conservadora que nos tornó más vulnerables al odio en el contexto de una cultura que permite la impunidad y que hasta nuestros días se opone a todo aquello que se salga de o se revele a la norma cisgénero-heterosexual. De frente a una discusión que implica dos creencias que se oponen y chocan, las autoridades casi siempre se han visto rebasadas por la realidad y prefieren minimizar la gravedad de las circunstancias. En México fue necesaria una serie de protestas en diversos estados, huelgas de hambre e incidencia en diversos niveles para conseguir que algunas Fiscalías se comprometan a dar seguimiento a los crímenes evidentemente impregnados de odio que nos sacuden día tras día, sin esas voces sería aún más probable que los asesinatos de Mireya Rodríguez en Chihuahua, de Jonathan Santos y Julie Torres en Jalisco, de Javier Eduardo Pérez y de Elizabeth Montaño en Morelos, de Gabriela Reyes en Tabasco, de Samantha Rosales en Puebla y de Jeanine Huerta en Baja California, entre otros que difícilmente conoceremos, queden en la impunidad. ¿Cómo saber si los ataques, en algunos de los casos, fueron motivados por su activismo? ¿Cómo diferenciar un homicidio a un crimen de odio? ¿Por qué no es ocioso reconocer de manera clara cuando los asesinatos implican agravantes en ese sentido? ¿Cómo dejar en el pasado narrativas que de manera casi automática responsabilizan a las propias víctimas de que les hayan arrebatado la vida de esas formas inhumanas? ¿Cómo dejar de encuadrar investigaciones en suicidios, “crímenes pasionales” y “malas amistades” a voluntad de investigadores que no saben ni quieren hacer su trabajo? ¿Por qué como siempre son las familias de las víctimas y la sociedad civil organizada en quienes parece recaer la investigación, la aportación de pruebas y todo el trabajo de las fiscalías? Avanzamos en el reconocimiento jurídico, en la prohibición de la discriminación, en medidas incluyentes que atienden obstáculos específicos como el derecho a la identidad de las personas trans, mientras al mismo tiempo se ponen sobre la mesa pendientes urgentes como la construcción de protocolos que permitan a las autoridades atender a las víctimas con el enfoque diferenciado y especializado que requieren estos crímenes. De nada sirve, tal como ocurre en los casos de feminicidios, la existencia de códigos penales que identifican la problemática pero no terminan de ser aceptados ni puestos en práctica por el personal al momento de investigar o sancionar, pues se evita reconocer por todos los medios la evidente señal de la violencia extrema a su dignidad y sus cuerpos vulnerados, acciones que a su vez, desde los perpetradores de estos crímenes, tienen la finalidad de mandar mensajes sociales de advertencia, terror y apología al machismo más destructivo y violento. Por otro lado, ¿qué ha cambiado para las personas LGBT+ con las ardientes discusiones revisionistas en redes sociales que tienden a la “cancelación” como propuesta de solución? ¿Qué sentido tiene el golpeteo constante de las pantallas de celular en puntos ciegos que a veces no tienen clara conexión con las víctimas que siguen recibiendo agresiones en la calle? Mientras los hashtags sobre declaraciones actuales y obras musicales de hace décadas se suceden uno tras otro, las noticias siguen mostrando que esa buena intención de extirpar la homofobia de la sociedad sigue siendo una batalla que convoca a poner los cuerpos en la calle, a plantar cara a las autoridades ineficientes y arrancarles compromisos de la forma en que sea necesario. Una posición justiciera que en su búsqueda de un mundo mejor atiende cruzadas de “supremacía ética” presumible en Twitter, pero apenas se atreve a tocar nociones de superficie está destinada a caducar si no profundiza en las expresiones más dolorosas de la problemática o si no ofrece una red de confianza a quienes están enfrentando la homofobia en la carne, no en la teoría. Mientras estas luchas y exigencias se generan y llevan a cabo día a día, es importante recordar que la

El FLEPS se suma a la exigencia por la no criminalización de las madres de personas desaparecidas durante una protesta en Guanajuato

Las organizaciones que conforman el Frente por la Libertad de Expresión y la Protesta Social (FLEPS), expresamos nuestra preocupación por los agravios cometidos por parte de elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) de Guanajuato en contra de las familias de personas desaparecidas, integrantes del Colectivo A Tu Encuentro, que se manifestaban hoy en la Glorieta a Santa Fe para denunciar el proceso de elección del titular de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas –que es rechazado por diversos colectivos, organizaciones y personas en el estado y a nivel nacional al no cumplir con estándares de transparencia, rendición de cuentas y participación y no ser un perfil idóneo– y exigir que se reponga el procedimiento, exigencia a la que debe dar respuesta el Gobierno del Estado. Durante el violento operativo, varias personas manifestantes resultaron heridas, 4 de ellas se encuentran hospitalizadas. Se tiene información que al menos 3 familiares integrantes del Colectivo A Tu Encuentro fueron detenidas arbitrariamente y remitidas al Ministerio Público en Guanajuato capital con la intención de imputarles el delito de ataques a las vías de comunicación. Posteriormente fueron liberadas. El uso de la fuerza con el que se condujo la policía fue contrario a los principios que la rigen, las detenciones arbitrarias en contextos como el ejercicio de derechos es contrario a los estándares en derechos humanos y un signo de los Estados autoritarios. Por ello, exigimos: Asegurar que no se sigan ningún proceso penal ni administrativo en contra de las familiares detenidas en el contexto de la protesta, Se asegure atención adecuada a las personas que resultaron heridas por la Policía y, La investigación y sanción de los elementos de la policía que abusaron de la fuerza y cometieron detenciones arbitrarias. Desde el FLEPS hemos documentado cómo constantemente se hace uso de la fuerza de manera arbitraria para las manifestaciones, e incluso se utilizan delitos como ataques a las vías de comunicación para criminalizar a quienes ejercen su derecho a la protesta y se apropian del espacio público. Por ello, reiteramos que la protesta social es un derecho que debe ser garantizado en sociedades democráticas, más aún cuando quienes lo ejercen son víctimas de graves violaciones a derechos humanos a quienes el gobierno está obligado a garantizar el acceso a la verdad y la justicia. Guanajuato enfrenta una crisis de violencia y de violaciones a derechos humanos, siendo la desaparición uno de los rostros más dolorosos de ella. Su gravedad ha movilizado en el último año a cientos de familias que buscan a sus seres queridos. Las familias han sido quienes, remontando su dolor, han salido a buscar verdad y justicia, y lamentablemente hoy, lejos de atender sus demandas de verdad y justicia, se les responde con el uso de la fuerza y del derecho penal. Frente por la Libertad de Expresión y la Protesta Social: ARTICLE 19 Oficina para México y Centroamérica, Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria OP”, A.C., Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, A.C., Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo CEPAD, A.C., Colectivo de Abogadas y Abogados Solidarios CAUSA, Espacio Libre e Independiente Marabunta A.C., Centro de Investigación y Capacitación Propuesta Cívica, A.C., Servicios y Asesoría para la Paz, A.C., Red de Organismos Civiles “Todos los Derechos para Todas y Todos”, A.C., Resonar. Imagen destacada: FLEPS

Tv Azteca obstaculiza solicitud de réplica de Brigada Marabunta

El 9 de junio TV Azteca publicó unos videos sobre Espacio Libre Independiente Marabunta, mejor conocida como Brigada Marabunta, a partir de esto hemos tratado de comunicarnos a los teléfonos de Defensoría de Audiencia de Televisión Azteca, sin respuesta y con el buzón lleno.