Los peligros de una reforma a la Ley Federal de Variedades Vegetales
23 de octubre de 2019 Por: Víctor Manuel Chima Ortíz El pasado 19 de febrero, el diputado Eraclio Rodríguez Gómez, del grupo parlamentario del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), presentó una iniciativa de reforma a la Ley Federal de Variedades Vegetales. Cabe señalar que esta ley fue aprobada por primera vez el 25 de octubre de 1996 durante el mandato de Ernesto Zedillo y reformada por última ocasión en abril de 2012, recién iniciado el periodo de Enrique Peña Nieto. Según el artículo 1 de la Ley Federal de Variedades Vegetales, ésta “tiene por objeto fijar las bases y procedimientos para la protección de los derechos de los obtentores de variedades vegetales”, otorgando a la hoy Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) atribuciones como “fomentar y promover las actividades relativas a la protección de los derechos del obtentor”, “difundir las solicitudes de protección y las variedades vegetales protegidas”, y “actuar como árbitro en la resolución de controversias relacionadas con daños y perjuicios derivados de la violación a los derechos de los obtentores”, de acuerdo con su artículo 3. En la iniciativa de reforma del diputado Eraclio Rodríguez, se contempla la posibilidad de generar y registrar nuevas variedades que estén adaptadas a nuestro territorio, además de “fortalecer las sanciones por violaciones a la ley para reducir la piratería de semillas, el uso de semilla ilegal y el engaño y daño a los agricultores causados por estos efectos”. Aunque uno de los argumentos presentados en esta iniciativa es favorecer la productividad del campo mexicano, lo cual reduciría la importación de alimentos y la dependencia alimentaria de nuestro país, la productividad de la que se habla en ella no contempla la participación de las comunidades productoras de pequeña y mediana escala ni el apoyo a formas tradicionales de producción agrícola, las cuales representan alrededor del 75 por ciento de la producción total en el país; por el contrario, únicamente beneficiaría a grandes productores –principalmente transnacionales– que producen industrialmente y con base en el monocultivo, permitiéndoles registrar variedades de semillas nativas como propiedad privada. En efecto, con la aprobación de esta iniciativa de reforma se corre el riesgo de privatizar y monopolizar las semillas nativas y variedades vegetales que ya se producen en México –y que son el sustento de dichas comunidades productoras y campesinas–, y de que nuestro país se ciña a las disposiciones en materia de propiedad intelectual del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (Tmec), ratificado ya por el primero, por lo que con esta iniciativa se adoptarían las disposiciones del Acta UPOV 91 (Unión Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales). El Acta UPOV 91, en términos generales, permite que variedades de semillas nativas sean patentadas y por lo tanto privatizadas, lo cual limita sobremanera a las productoras y productores campesinos, quienes las han utilizado e intercambiado de manera tradicional durante múltiples generaciones. Además, al introducir semillas híbridas patentadas al campo mexicano, los maíces nativos se contaminarían, lo que abre la posibilidad para que los maíces nativos con genes patentados pasen a ser propiedad de quienes poseen dichas patentes. De igual manera, el reconocimiento de la propiedad intelectual sobre las innovaciones en materia de variedades vegetales abriría la puerta a semillas transgénicas como el maíz, además de que se criminalizaría a quienes usen las semillas registradas sin permiso o autorización. Por lo tanto, es claro advertir por lo menos dos cosas: primera, que las semillas nativas están en serio peligro, y segunda, que con esta reforma las empresas transnacionales podrían patentar semillas que por generaciones han sido mejoradas con procedimientos basados en conocimientos de domesticación de semillas, practicados por comunidades campesinas. La iniciativa de reforma de la Ley Federal de Variedades Vegetales no busca atender la situación de riesgo en la que se encuentra la productividad del campo mexicano, sino que, por el contrario, afectaría las formas tradicionales de producción en comunidades indígenas y campesinas, a productoras y productores de pequeña y mediana escala, y particularmente a las diferentes razas de maíz nativo. Por tales motivos, desde la sociedad civil se han implementado e impulsado acciones jurídicas y de incidencia política para evitar que reformas como la presentada por Eraclio Rodríguez Gómez sean aprobadas, siempre con el fin de proteger las variedades vegetales nativas de México, defender a las comunidades campesinas, garantizar el libre intercambio de semillas entre ellas y fomentar las formas tradicionales de producción como la milpa. Por ejemplo, la Demanda Colectiva Maíz ha sido un esfuerzo que durante 6 años ha evitado que el maíz transgénico ingrese a nuestro país, y la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País, desde la construcción de un nuevo modelo agroalimentario, apoya la producción de alimentos campesinos para alcanzar la soberanía alimentaria. Ahora que la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria revisará la iniciativa de reforma, ni ella ni la sociedad civil podemos permitir su aprobación, porque esta ley busca abrir las puertas a semillas transgénicas a partir de la ratificación del Tmec, que criminaliza abierta y contundentemente el libre intercambio de semillas nativas entre campesinas y campesinos. Finalmente, si bien es cierto que reconocemos los esfuerzos que tanto el Ejecutivo como el Legislativo han realizado en la materia durante los últimos meses, entre ellos el proceso de aprobación de la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo y la declaración del Día Nacional del Maíz, la aprobación de la iniciativa de reforma a la Ley de las Variedades Vegetales no solo cuestionaría fuertemente la legitimidad de las estrategias para reactivar el campo mexicano, apoyar a los campesinos y campesinas y alcanzar la soberanía alimentaria de nuestro país, sino que también atentaría contra las pequeñas y medianas comunidades productoras y campesinas, contra los pueblos y comunidades indígenas, la biodiversidad y los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) de las mexicanas y los mexicanos. Consultar artículo en Contralínea. Imagen destacada: Contralínea | Cuartoscuro
Nuevamente el Consejo Nacional Agropecuario miente
El día de ayer se llevó a cabo la 12va. Reunión Ordinaria de la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria, de la Cámara de Diputados. Efectivamente, el dictamen de la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo (LFFPMN) se retiró de la orden del día de la agenda de dicha reunión, “debido a la campaña de desprestigio y mentiras que se difundieron días previos, generando en la opinión pública incertidumbre y caos”, argumentan diversos diputados. Incluso, al revisar la agenda, se retiraron dos temas: el dictamen de la LFFPMN y el tema de la Ley de Fondos de Aseguramiento Agropecuario y Rural. Ambos casos se votaron y fueron retirados. Se plantearon diversos argumentos para que el dictamen no se discutiera el día de ayer y fue turnado a otra sesión. Se presentó la propuesta de abrir el tema a Parlamento Abierto, generando opiniones encontradas con respecto a la viabilidad de hacerlo de esa manera, pero en ningún momento hubo consenso y mucho menos se aprobó dicha propuesta. La propuesta del Parlamento Abierto se mandó para asuntos generales. Al llegar al punto, no se puso sobre la mesa y por obvias razones no se discutió ni se votó. Inclusive, a la mitad de los temas de asuntos generales, la reunión se disolvió ya que los diputados tuvieron que ir a la sesión del pleno, para hacer la votación correspondiente. Minutos después, regresaron no más de 5 diputados, clausurando así los trabajos de la 12va. Reunión Ordinaria de dicha Comisión. Enlistamos los eventos acontecidos durante la Reunión: Tal como se aprecia en el video siguiente https://www.youtube.com/watch?v=O88Qds8Fczw el Presidente de la Comisión, Eraclio Rodríguez comenta (1:03:57): “por lo pronto el punto era si los mantenemos o no en el orden del día y luego si quieren vemos la posibilidad de ver en asuntos generales, si nos vamos a Parlamento Abierto o no”. Le da la palabra al Secretario de la Comisión para que voten que se saquen de la orden del día ambos temas, arriba mencionados. Insisten en que la propuesta del Parlamento Abierto se vaya a asuntos generales, sin embargo, se cambia de tema (PEF 2020, tema que se va a discusión al punto 4 de la orden del día). Minutos de silencio y pasan a otro tema, ajeno a LFFPMN. En dicho video, se observa claramente cómo se retiran los diputados de la sesión. Al continuar el video, se observa al diputado Eraclio Rodríguez, dando fin a la sesión. Se ve el salón vacío al final. Es lamentable que el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), sus ‘bots’ y sus opinólogos sigan mintiendo y pretendan seguir confundiendo a la Opinión Pública. Hacemos un llamado a las y los diputados a que no se dejen llevar por las difamaciones del CNA, y que no traicionen al maíz nativo, a las comunidades campesinas e indígenas. Atentamente Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País Imagen destacada: Víctor Manuel Chima
Bots y mentiras contra la Ley Federal para el fomento y protección del maíz nativo
Cientos de cuentas-bots son utilizadas para propagar mentiras. ¿Quién paga esas cuentas bots? Más de 3 mil ciudadanos vía Change, se pronuncian a favor de la ley. En un hecho insólito, al menos para el sector rural, cientos de cuentas «bots» emprendieron una «campaña» de difamación y desinformación en contra de la Ley Federal de Fomento y Protección del Maíz Nativo. La industria agroalimentaria y sus opinólogos han realizado señalamientos inverosímiles como que, si se aprueba dicha ley, «la tortilla llegaría a 60 pesos el kg», «que se prohibirán los maíces híbridos», que “aumentarían las importaciones de maíz”, que “se frenará la investigación biotecnológica en México”, entre otras afirmaciones mentirosas y fuera de la realidad. La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País, ha señalado que dicha ley es: Preponderantemente declarativa (no regulatoria); genera derechos culturales y de alimentación a través de declarar el maíz nativo un derecho humano del pueblo mexicano. No implica que quieran quitarse o retirarse del mercado los maíces híbridos, ni que esto sea un retroceso para el país. No es restrictiva de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) ni de la biotecnología moderna o de su investigación y, Busca garantizar y fomentar, a través de las autoridades competentes, que todas las personas tengan acceso efectivo al consumo informado de maíz nativo y en diversificación constante. Ante los ataques sin fundamentos de la agroindustria y sus cuentas bots, exigimos al Diputado Eraclio Rodríguez Gómez, presidente de la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria, a que deje atrás sus intereses personales o de grupo y se discuta y apruebe en sus términos en dicha comisión. Finalmente, como población mexicana, principal consumidora de maíz en el mundo nos toca defender al maíz nativo ante las amenazas inminentes y hacemos un llamado a las y los diputados para que representen el interés nacional en virtud de proteger al maíz nativo. Atentamente Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País Imagen destacada: Víctor Manuel Chima
Exhortamos a las y los diputados de la LXIV Legislatura a aprobar la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo
Por un nuevo modelo agroalimentario con alimentos campesinos para todas y todos No a la privatización de nuestras semillas Durante 12 años la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País ha luchado por revalorar el campo mexicano y defender el maíz nativo y la biodiversidad que acompaña la milpa, dignificando a las y los campesinos y pueblos originarios que producen en pequeña y mediana escala y alimentan a quienes habitamos y transitamos por México. Este 29 de septiembre, a 10 años de que la Campaña lanzó la propuesta ciudadana para celebrar el Día Nacional del Maíz, abrazamos la iniciativa de Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, presentada el 23 de abril de este mismo año por las senadoras Ana Lilia Rivera Rivera y Jesusa Rodríguez Ramírez, aprobada el 26 de septiembre en la Cámara Alta por 81 votos a favor, 1 en contra y 28 abstenciones y turnada a la Cámara de Diputados para sus efectos constitucionales. Recuperar la soberanía alimentaria es parte toral de la construcción del nuevo país que impulsa el gobierno, y la 4T, pero vemos con preocupación que esta iniciativa no sea objeto de dictamen en la Cámara de Diputados, por lo que exhortamos a la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria a que emita el dictamen correspondiente para que la propuesta pueda ser votada en el Pleno de la Cámara de Diputados. Vivimos tiempos de cambio. Transformemos a México con un nuevo modelo agroalimentario orientado hacia la soberanía alimentaria y la reconstrucción del tejido social, reconociendo la diversidad productiva a cargo de millones de familias, comunidades y organizaciones que trabajan a diario, de norte a sur en nuestro país, por la protección y conservación de semillas en manos campesinas, bosques, agua y suelos, los cuales representan la oportunidad de alimentos nutritivos y sanos. Sobre todo, promovamos la defensa del maíz nativo en México, centro de origen y biodiversidad. Atentamente Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País Imagen destacada: Víctor Manuel Chima
Criminalización de los campesinos mexicanos
Sábado 12 de octubre de 2019 Miguel Concha El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 (PND) reconoce la importancia de la autosuficiencia alimentaria y la crisis que vive el campo. Establece que el sector agrario ha sido uno de los más devastados por las políticas neoliberales, y que las políticas oficiales han favorecido la implantación de agroindustrias y megaproyectos (que) han condenado al abandono a comuneros, ejidatarios y pequeños propietarios. Ello no obstante, el diputado Eraclio Rodríguez Gómez, del grupo parlamentario de Morena, presentó el pasado 19 de febrero una iniciativa de reforma a la Ley Federal de Variedades Vegetales (LFVV) de 1996, que no sólo contradice lo establecido en el PND, sino que pone en riesgo a nuestros alimentos básicos y a millones de pequeños y medianos productores, pues criminaliza el libre intercambio de semillas nativas entre campesinos. Entre sus motivos iniciales, la propuesta expresa que se requiere imperativamente una política de Estado que incremente en el mayor grado posible el desarrollo y acceso a las innovaciones de última generación en materia de variedades vegetales y semillas que contribuya a la producción de alimentos en México (autosuficiencia alimentaria) bajo un modelo de sustentabilidad, además de asegurar la conservación y aprovechamiento de nuestra biodiversidad, así como la generación de empleos bien remunerados que propicien el arraigo al medio rural. Menciona que, en caso de no atenderla, se pone en riesgo la productividad del campo e incluso se favorece el aumento en la importación de alimentos y, en consecuencia, la dependencia alimentaria. Por ello, la reforma concluye que para revertir la situación es necesario reconocer la propiedad intelectual sobre las innovaciones en materia de variedades vegetales, y que, con ello, se ampliaría el abanico de opciones disponibles de semillas de nuevas y mejores variedades en los diversos cultivos estratégicos y de alto valor para México. El proponente de esta LFVV ignora el sistema milenario de agricultura mexicana, la domesticación de una gran variedad de especies vegetales nativas de nuestro país, como maíz, chile, frijol, calabaza, aguacate y amaranto, entre muchas otras, y que este libre intercambio da lugar a nuevas variedades de plantas en cada ciclo agrícola. De aprobarse su contradictoria e incoherente propuesta se afectaría directamente a cerca de 3 millones de pequeños y medianos productores, que representan 85 por ciento de la producción nacional, al criminalizar el libre intercambio de semillas nativas. Además, se privatizarían las semillas; se fomentaría la agroindustria; se protegerían los intereses de grandes trasnacionales, a costa de los campesinos y de los sectores económicamente más vulnerables; se promovería la propagación de semillas transgénicas y, junto con ellas, la contaminación de semillas nativas. Lo que pondría en riesgo nuestra biodiversidad y permitiría el monopolio de la agricultura por trasnacionales, violentaría nuestros derechos humanos fundamentales y pondría en riesgo la existencia misma de comunidades enteras. La propuesta de reforma a la LFVV plantea, además, en el artículo 54 criminalizar con penas de entre dos a seis años de cárcel y multas de entre 10 mil a 40 mil unidades de medida y actualización (UMA) a quien aproveche o explote una variedad vegetal protegida, su material de propagación o el producto de la cosecha para su producción, reproducción, preparación, oferta, distribución, venta, producción comercial de otras variedades vegetales o variedades esencialmente derivadas. A pesar de la magnitud del castigo propuesto, los mecanismos y las atribuciones para vigilar, analizar y juzgar dichos delitos carecen de claridad y transparencia, pues se dota al Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (Snics) de atribuciones autoritarias, siendo necesaria sólo una petición del acusador para tomar medidas preventivas contra el acusado, sin necesidad de pruebas o evidencia. Textualmente, sólo basta con la declaración de una posibilidad de sufrir un daño irreparable o el temor fundado de que las pruebas se destruyan, oculten, pierdan o alteren. Una receta, pues, para la impunidad, el abuso de autoridad, la extorsión y las prácticas empresariales desleales. La reforma tampoco toma en cuenta la alta probabilidad de contaminación de cultivos de manera involuntaria, ya que según los mecanismos descritos, al aprovecharse de una variedad vegetal protegida, la víctima se convertiría en un criminal y, así, su cosecha sería requisada o destruida, y él sería sujeto a un juicio penal. Pero eso no es todo. Las atribuciones totales del Snics no sólo lo facultan para vigilar, analizar y castigar este nuevo tipo de delitos. Le permiten también para fungir como árbitro en la resolución de controversias relacionadas con la violación a los derechos del obtentor. Es decir, tiene la posibilidad de ser al mismo tiempo juez y parte. Lo cual es aberrante. Consultar artículo en La Jornada. Imagen destacada : Jorge Luis Aguilar
Pronunciamiento de la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País | X Aniversario de la conmemoración del Día Nacional del Maíz
Durante 12 años la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País ha luchado por revalorar el campo mexicano y por defender el maíz nativo y su biodiversidad. También ha luchado por dignificar a los y las productoras que haciendo milpa, alimentan a quienes habitamos y transitamos por México. En 2009, la Campaña lanzó una iniciativa ciudadana para instituir la celebración del Día Nacional del Maíz el 29 de septiembre, con la intención de unir a todos los mexicanos y mexicanas, a los del campo que nos ofrecen alimentos y a los de las ciudades, que es donde mayormente los consumimos. Además, durante este día se refuerza la lucha que desde las organizaciones campesinas e indígenas, desde las comunidades y las organizaciones de la sociedad civil, impulsamos para recuperar la soberanía alimentaria de nuestro México. Este Día Nacional del Maíz es símbolo de la vida comunitaria en los pueblos, de las experiencias de defensa de nuestros maíces nativos y del cuidado de la naturaleza y los bienes comunes que implica el trabajo campesino. Es un día en que se celebra la biodiversidad, que celebra a las y los campesinos, que celebra la milpa y que celebra la comida hecha de maíz. Celebramos el Día Nacional del Maíz, haciendo eco de las demandas emprendidas desde hace por lo menos 35 años, que son un llamado urgente frente al abandono del campo mexicano por los malos gobiernos, que permitieron el avance de las empresas transnacionales, y la entrada de semillas y productos transgénicos a nuestro país y a nuestra comida. Este día hacemos llegar también una demanda a las autoridades para revalorar y defender la producción que proviene de las comunidades campesinas e indígenas y la recuperación agroecológica de los territorios. Saludamos y reconocemos la iniciativa del actual Gobierno Federal, al asumir y celebrar el Día Nacional del Maíz y el trabajo realizado desde las comunidades y organizaciones para la defensa de los maíces nativos. Al mismo tiempo exhortamos respetuosamente al Presidente Andrés Manuel López Obrador a comprometerse con esta lucha y firmar el Decreto que prohíba efectivamente el ingreso y producción del maíz transgénico en todo nuestro territorio. Asimismo, hacemos un llamado a la SADER y a la SEMARNAT para que se sumen a la instrucción presidencial de “nada de semillas transgénicas”. Y a que se comprometan con el impulso a la soberanía alimentaria de nuestro país. En los últimos meses hemos visto logros muy importantes, como la reciente aprobación del proyecto de decreto por el que se expide la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, y el dictamen con proyecto de decreto por el que se declara el 29 de septiembre de cada año como el Día Nacional del Maíz, en las comisiones legislativas y en el pleno del Senado de la República. Sin embargo, expresamos nuestra preocupación ante el retraso de una respuesta más favorable y expedita ante la exigencia de una política de Estado de protección al maíz nativo, la prohibición de maíz genéticamente modificado, el impulso de la soberanía alimentaria y la protección de los derechos de las y los campesinos y de los pueblos originarios. Desde la Campaña Nacional Sin Maíz No hay País hemos señalado, desde nuestra fundación, la urgente necesidad de hacer realidad el derecho humano a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, como lo señalan la Constitución Federal y diversos tratados en materia de derechos humanos que ha firmado México. Esto conlleva la aplicación efectiva del enfoque de derechos humanos en toda política del Estado, encaminada a garantizar los derechos relacionados con nuestra alimentación, nuestra salud, el cuidado del ambiente y el impulso del campo mexicano en manos de los pueblos, comunidades, colectivos y familias productoras. De igual manera, nos pronunciamos a favor del etiquetado frontal en alimentos y bebidas ultraprocesados. Es momento de recuperar nuestros campos, de recuperar y conservar nuestros maíces nativos, de revalorar nuestra cultura, y de hacer todo lo que esté a nuestro alcance, juntos, gobierno y ciudadanía, para hacer efectivos nuestros derechos y acceder a alimentos sanos y suficientes, nutritivos y de calidad. Es momento de hacer milpa. Celebremos así el Día Nacional del Maíz. Les invitamos a unirse en la defensa del maíz, de la soberanía alimentaria, de los alimentos sanos y de calidad desde los diversos territorios que conformamos este país. Viva México, viva el campo mexicano, vivan las y los campesinos que nos dan de comer, viva la soberanía alimentaria, viva la milpa, viva el maíz. Porque sin maíz no hay país. Atentamente Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País Imagen destacada: Víctor Manuel Chima
Día Nacional del Maíz
Sábado 28 de septiembre de 2019 Miguel Concha Cada 29 de septiembre, durante los pasados 10 años, la campaña nacional Sin Maíz No Hay País ha celebrado el Día Nacional del Maíz. La campaña es una articulación de organizaciones campesinas, defensores de derechos humanos y colectividades dedicadas al cuidado de los bienes comunes y del medio ambiente, así como a la defensa de la tierra y de los territorios. Es una red de redes viva y actuante, que en los pasados 12 años ha impulsado la soberanía alimentaria y arraigado su presencia mediante décadas de lucha social por el campo, sus campesinos y comunidades. La celebración del Día Nacional del Maíz se ha convertido en un día central para mostrar el relieve que esta planta tiene en la vida de nuestra nación. Es pertinente recordar que México es el centro de origen del maíz, en el que se dio un proceso histórico de constitución de lo que hoy conocemos como milpa: pequeño ecosistema capaz de producir alimentos suficientes y sustentables para alimentarnos, como maíz, calabazas, chile, jitomate y demás plantas comestibles que conviven en ese sistema. Sobre éste se forjó buena parte del desarrollo histórico de Mesoamérica y se generó en la región un sentido simbólico, espiritual y social, imprescindible en la construcción de la vida de pueblos y comunidades. Durante todos estos años esas celebraciones –que se caracterizan por revalorizar al maíz como elemento clave para hacer frente a las crisis que hoy enfrentamos en todas sus dimensiones: derechos humanos, climática y económica; en pocas palabras, la crisis de la civilización occidental–, se han multiplicado en muchas partes del país e incluso en la mayor parte de Centroamérica. La milpa en su conjunto, con sus maíces diversos, es piedra de toque y esperanza para transformar a la nación. La diversidad de actores que han mostrado interés en la protección del grano ha realizado acciones trascendentes en el campo judicial. Tal es el caso de la Colectividad en Defensa del Maíz Nativo, conformada por personas y organizaciones dedicadas a este cultivo, quienes interpusieron una demanda colectiva al constatar que desde los pasados dos sexenios existió la irresponsable contaminación de maíces nativos por granos transgénicos. Proceso judicial de más seis años de trabajo en defensa de nuestros derechos y por el cuidado de nuestros maíces frente a empresas trasnacionales. Durante el sexenio pasado la Colectividad enfrentó además el litigio de instituciones del gobierno en contra de esta demanda. Recién más de 200 personas y 30 organizaciones solicitaron al Presidente un decreto para asegurar un México sin transgénicos y una política pública eficaz sobre medidas de bioseguridad (https://bit.ly/2lNEqnm). En continuidad con estos esfuerzos, saludamos que el Senado haya aprobado la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, así como la declaración del Día Nacional del Maíz cada 29 de septiembre; lo que hace justicia a esta celebración surgida en la sociedad. Por otro lado, son indudables los retos que enfrenta la 4T para hacer efectivos el respeto y protección de los campesinos en un cambio de régimen, focalizando esfuerzos hacia los pequeños y medianos productores, el cuidado de la naturaleza y la protección de las más de 64 razas de maíces nativos e infinitas variedades. Organizaciones sociales y movimientos campesinos seguiremos por ello impulsando el ejercicio efectivo de nuestra soberanía alimentaria, el rescate del campo, el ejercicio del derecho humano a la alimentación adecuada, y la urgente centralidad de la milpa en las políticas públicas del Estado en torno al desarrollo rural y agrícola. Además de reconocer que en el actual gobierno se da un lugar importante al campo, enmarcado en un proyecto de país acompañado de la prohibición de transgénicos. Resulta muy importante estimular la participación de las mujeres y las juventudes en este objetivo de rescate del campo y defensa de la tierra y el territorio. Secretarías, como las encargadas del medio ambiente, la agricultura, el bienestar social y el desarrollo agrario tienen el reto de coordinarse entre sí para fortalecer esta estrategia: incentivar la producción campesina con perspectivas de género y de juventudes, interseccional e intergeneracional, encaminadas a brindar buenos y nutritivos alimentos a la población que habita o transita por el país, así como el cuidado y fortalecimiento de los territorios y la vida que en ellos surge. Porque de eso se trata, de apostarle a fortalecer al campo, el cual se abandonó en décadas pasadas, y con notable celeridad desde la entrada en vigor del TLCAN. Este año no faltará la celebración del maíz. Mediante diversos actos tendrá lugar desde las 10 y hasta las 18 horas en el Zócalo de la Ciudad de México. Desde ahí seguiremos diciendo contundentemente ¡Sin Maíz No Hay País! Consultar artículo en La Jornada. Imagen destacada : Jorge Luis Aguilar
Municipio en defensa del maíz
Sábado 27 de julio de 2019 Miguel Concha Con fundamento en las atribuciones que le otorgan la Constitución federal y estatal, así como las leyes locales y los ordenamientos municipales, y teniendo en cuenta los tratados, convenios y disposiciones legales internacionales, nacionales, estatales y municipales aplicables en la materia, el 19 de marzo se aprobó en la capital poblana el dictamen que permite emitir la declaratoria para La Protección De Los Maíces Nativos de ese ayuntamiento, uno de los documentos de mayor relevancia en la nueva administración municipal. Con ello adquiere una vez más protagonismo a escala local el interés de establecer instrumentos e implementar acciones encaminadas a proteger las razas de maíz nativo, ahora en el territorio agrícola del municipio de Puebla, con el firme propósito de preservar esta especie y sus variedades locales, garantizando su conservación y utilización sostenible e inhibiendo la siembra y cultivo de semillas genéticamente modificadas. Tal acontecimiento, que se aprobó por unanimidad de las diversas bancadas de los partidos políticos que integran ese cuerpo colegiado, tuvo lugar en sesión de cabildo. Esa disposición convergente demuestra que el ayuntamiento de Puebla está decidido a poner todo su empeño en prohibir el mal uso del suelo y evitar el problema de consumir organismos genéticamente modificados, salvaguardándose con ello la seguridad alimentaria. Lo que ha sido bien recibido por los críticos del gobierno de la presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco. Pareciera entonces que la ciudadanía municipal poblana cuenta con el respaldo de sus autoridades para rescatar la producción y consumo de productos-milpa cosechados de manera saludable. Con ello, la comuna deja en claro que se halla a la altura en el cumplimiento de las normas nacionales e internacionales para que los pequeños productores puedan continuar conservando la diversidad genética, social, cultural y ambiental como parte de su patrimonio. Además, diversas dependencias municipales, como la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad, la Secretaría de Turismo, la Coordinación General de Comunicación Social y la Secretaría de Desarrollo Social municipales, con las que se pretende asegurar el mejor manejo de la milpa en todo su territorio, tendrán un papel primordial en la política antitransgénica. La primera, por ejemplo, promoverá el uso de semillas nativas para conservar la biodiversidad en el municipio y fomentará la creación de un padrón de productores encargado de conservar y mejorar los recursos genéticos del maíz. Llevará a cabo acciones de muestreo con la finalidad de establecer un área geográfica libre de maíz genéticamente modificado e impulsará la mejora del suelo con vocación agrícola encaminada a la siembra de semillas nativas. Igualmente, estimulará con incentivos la producción de maíz entre quienes realicen las mejores producciones, ferias, intercambios y promociones de actividades productivas. La segunda, la Secretaría de Turismo, promoverá el patrimonio cultural del maíz, mediante la creación de rutas gastronómicas y agroecoturísticas relacionadas con la milpa, y asesorará proyectos turísticos que incluyan el maíz nativo, con el propósito de valorizar las tradiciones y el patrimonio tangible e intangible del municipio de Puebla. Finalmente fortalecerá la colaboración con organizaciones de la sociedad civil e instituciones públicas y privadas para promover el patrimonio biocultural, priorizándose el uso del maíz nativo e impulsando la gastronomía poblana como elemento de identidad. La tercera, la Coordinación General de Comunicación Social, propiciará el desarrollo de planes y programas de inclusión de enfoques de igualdad sustantiva de género en grupos indígenas y fomentará la incorporación del lenguaje incluyente y no sexista, el lenguaje de señas mexicano, así como la traducción a lenguas indígenas en los mensajes de comunicación gubernamental. Finalmente, la cuarta, la Secretaría de Desarrollo Social, tendrá que impulsar el desarrollo de las capacidades de la población indígena, al promover su inclusión, la equidad social y la igualdad de género, con apego a su cultura y costumbres, su identidad y los derechos humanos, así como realizar acciones que mejoren las condiciones de vida de la población indígena y fortalezcan su identidad, con inclusión e igualdad entre géneros y generaciones. Los poblanos proyectan con todo ello la mejora en la productividad y competitividad, así como el mejoramiento en ingresos y en su calidad de vida, salvaguardándose siempre los derechos y la inclusión de la población indígena. Ahora se espera que el recientemente electo gobierno estatal ponga su granito de arena para que la política de la capital poblana permee en todo la entidad. Eso esperamos. Consultar artículo en La Jornada. Imagen destacada : Twitter
México sin transgénicos y con bioseguridad
Ciudad de México, a 26 de junio de 2019 -Más de 200 personas y 30 organizaciones saludan que el Presidente de México declare que en este país no habrá transgénicos. -Solicitan Decreto presidencial para asegurar un México sin transgénicos y profundizar medidas de bioseguridad. -Prioritario proteger la economía campesina, los derechos y bienes comunes: la salud, la alimentación, las semillas y la diversidad biocultural. En carta enviada al Presidente Andrés Manuel López Obrador, integrantes de comunidades indígenas, campesinas, científicas, cocineras, defensoras de derechos humanos, ambientalistas y artistas, saludan las declaraciones del presidente, afirmando que en México “no se permitirá el uso de transgénicos”. Miguel Concha Malo señaló que esta declaración es muy relevante para el país y que es fundamental darles un carácter vinculante, con base en la facultad para decretar que le confiere la Constitución Política Mexicana, en la fracción primera del artículo 71 y en los artículos 89 y 92 para emitir este tipo de actos. Pánfilo Hernández, campesino de Tlaxcala del Grupo Vicente Guerrero -que por 29 años ha celebrado Ferias en Defensa del maíz-, mencionó que es fundamental el compromiso del gobierno con instrucciones claras para proteger los derechos y bienes comunes de la población mexicana: la salud, la alimentación, las semillas, la diversidad biocultural y la economía campesina. Hernández también señaló que “nuestro país es centro de origen del maíz y de otras especies fundamentales para la alimentación mundial, humana y animal que deben preservarse no sólo para la alimentación de las y los mexicanos, sino para el futuro de la humanidad”[1]. La propuesta es “emitir un Decreto para establecer condiciones de una política integral de bioseguridad en México, que incluye legislación y acciones de gobierno que aseguren los derechos señalados. Si bien en México se logró detener judicialmente la siembra de maíz transgénico por una Demanda colectiva interpuesta por actores de la sociedad; se está consumiendo y sembrando ilegalmente maíz genéticamente modificado, de acuerdo a investigaciones científicas recientes. El gobierno anterior no hizo nada al respecto, incluso litigó en contra de la Colectividad demandante: campesinos, científicos, ambientalistas”, dijo Ana Ruiz, integrante de la Demanda Colectiva contra la siembra de maíz transgénico. Se subraya que además de los transgénicos, los organismos genéticamente modificados (OGM) comprenden los productos obtenidos con técnicas nuevas, como edición genética, mutagénesis y a los organismos con impulsores genéticos (OIG); estos últimos tienen como propósito propagar el rasgo modificado en poblaciones de su misma especie[2], e incluyen, entre otros, plantas, insectos y algas, “una tecnología severamente cuestionada a nivel mundial”, hizo saber el Dr. Alejandro Espinosa, Presidente de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad. Destacados cocineros mexicanos de renombre internacional como Elena Reygadas, Enrique Olvera, Marcela Briz, Mónica Patiño y Ricardo Muñoz, junto con artistas como Francisco Toledo y Rubén Albarrán -entre muchos más-, dieron su apoyo a esta iniciativa, pues con las acciones propuestas en este Decreto, se apoyará a los campesinos para continuar sembrando milpa –que brinda los ingredientes para la tan laureada comida mexicana-, se protegerán los derechos de las personas consumidoras a acceder a alimentos sin residuos tóxicos y se detendrá el daño y muerte de abejas e insectos polinizadores vitales para la sobrevivencia. Carlos Ventura Callejas, a nombre de los firmantes, señaló que se entregó una carta el pasado 20 de junio en Presidencia, con copia a la Dra. Elena Álvarez Buylla, Directora de Conacyt y al Dr. Emmanuel González, secretario de CIBIOGEM, con la propuesta y fundamentos del Decreto. Finalmente, dijo que se espera la respuesta de Presidencia para trabajar conjuntamente las medidas del Decreto propuestas. Se anexa la Carta con propuesta de Decreto. _______________________________ [1] CONABIO considera que uno de cada 7 alimentos que hoy consume la humanidad, tuvieron su origen en la región que incluye México y Centroamérica, entre ellos: jitomate, frijol, chile, calabaza, papaya, aguacate, amaranto y maíz. [2] Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, 25 julio 2018, páginas 7, 11, 14 y 20 https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=CELEX:62016CJ0528
Soberanía y suficiencia alimentaria
[siteorigin_widget class=»SiteOrigin_Widget_Image_Widget»][/siteorigin_widget] [siteorigin_widget class=»SiteOrigin_Widget_Headline_Widget»][/siteorigin_widget] Los gobiernos neoliberales apostaron por importar alimentos en lugar de producir en el país, y abandonaron el campo y los apoyos a la investigación nacional. ¿Cómo empezar a revertir esta situación? [siteorigin_widget class=»SiteOrigin_Widget_Image_Widget»][/siteorigin_widget] Sábado 20 de abril de 2019 Miguel Concha El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) es la institución pública más importante de México. Desde hace 75 años, desde que las instituciones antecesoras iniciaron actividades en 1943, desarrolla investigación agrícola, pecuaria y forestal. A partir de 1985 se transformó en el Inifap. Las innovaciones tecnológicas y las variedades mejoradas sustentaron el Milagro del Campo Mexicano, reconocido en el mundo por el crecimiento económico, que en el campo fue de 1945 a 1970 de 7 por ciento, el doble de lo que crecía el país. El milagro se sustentó en la investigación de más de mil 400 variedades mejoradas de los cultivos de importancia para México: más de 300 variedades de maíz; más de 160 de frijol; 250 de trigo; 60 de arroz; 50 de papa; 30 de cebada y 45 de soya, y en la estructura de producción, abandonada después por el neoliberalismo. Las inadecuadas políticas agropecuarias, el cierre de fertilizantes mexicanos, de la Productora Nacional de Semillas, de la extensión agrícola, el seguro y el crédito agrícola, y la escasa inversión en investigación, llevaron al país, a la crisis alimentaria de México más grave de su historia, con importaciones cada año de 16 millones de toneladas de maíz, 5 de trigo, 85 por ciento de arroz, 97 por ciento de soya y 400 mil toneladas de frijol, con la consiguiente fuga de divisas, abandono del campo, y crisis en la cantidad y calidad de la alimentación de los mexicanos. Los gobiernos neoliberales apostaron por importar en lugar de producir en el país, y abandonaron el campo y los apoyos a la investigación nacional. Con la intención equivocada de traer tecnología de otros países, en 2003 Vicente Fox pretendió cerrar el Inifap. Al no lograrlo, decidieron extinguirlo, cancelando plazas y limitando su presupuesto y apoyo a la investigación –pretendiendo con ello que desapareciera por inanición–, a la vez que otorgaron los apoyos al Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), cuya misión y objetivos no corresponden con los del Inifap y suplantan las responsabilidades de las instituciones nacionales. Para formalizar, en acuerdo con Sagarpa y Cimmyt, la autorización de Masagro (Programa de Modernización de la Agricultura Tradicional), colocaron desde la Sagarpa, ahora Sader, a un nuevo director general, y, para dirigir la investigación y transferencia de tecnología, al doctor Salvador Fernández Rivera como director de Investigación y Vinculación, y pusieron al servicio de este programa otros recursos federales y estatales (fundaciones, extensionistas). Cometiendo además dumping contra investigadores nacionales, entregaron la responsabilidad de incrementar semillas. En el Inifap se mantuvo por 10 años al director general y a su director de Investigación y Vinculación, quienes fraguaron la colusión con Sagarpa, Cimmyt y Masagro. Este último programa ofreció en 10 años el incremento de la producción de maíz y trigo en varios millones de toneladas, así como la sustitución de 1.5 a 3.0 millones de hectáreas de criollos por híbridos. Después de ocho años de operación, Masagro no ha cumplido sus compromisos, como lo confirman artículos científicos y otros documentos de investigadores como el doctor Antonio Turrent Fernández. El 16 de julio de 2018 Enrique Peña Nieto designó como director general en el Inifap al doctor Fernando de la Torre Sánchez, y por parte de Sader está a cargo de la relación con el Inifap el doctor Salvador Fernández Rivera. Sin embargo, su actuación durante siete años en el propio instituto no permite una adecuada interlocución con el Sindicato de Investigadores Independientes del propio Inifap. El movimiento de huelga del Sindicato Independiente de Investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Siiinifap), que agrupa a 75 por ciento del total de investigadores del Inifap, iniciado el 20 de marzo, demanda solución y firma del contrato colectivo de trabajo (CCT), cuyos puntos principales privilegian la investigación urgente para México. Los investigadores agrupados en el Siiinifap no piden un incremento en el presupuesto fiscal del Inifap, ni el aumento de salarios u otro beneficio personal. Solicitan que del recurso con el que ya cuenta el Inifap se asignen 100 millones de pesos para 302 proyectos en 77 campos experimentales a escala nacional, pues hasta ahora el recurso se ha otorgado en forma discrecional y sesgada. Piden también que se respete la integración de comisiones mixtas de planeación, evaluación de resultados y seguimiento de proyectos. Ambos puntos, que fueron firmados en el CCT de 2017, atienden a las prioridades del país y apoyan la agenda del gobierno hacia la suficiencia y soberanía alimentaria de México. La solución evitaría que se pierdan este año las investigaciones en el ciclo de cultivos básicos y oleaginosos. Para que la Cuarta Transformación llegue al Inifap, es urgente para el bien de México la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador. Consultar artículo en La Jornada. Imagen destacada : Internet [siteorigin_widget class=»SiteOrigin_Widget_PostCarousel_Widget»][/siteorigin_widget] [siteorigin_widget class=»SiteOrigin_Widget_Headline_Widget»][/siteorigin_widget]