📰 Si bien en la actualidad existen avances en cuanto al reconocimiento de la violencia contra las mujeres, hoy siguen aconteciendo atrocidades en nuestra contra y siguen existiendo Estados omisos y negligentes ante estas problemáticas

Editoriales | Blog «La dignidad en nuestras manos» del Plumaje de Animal Político

Web original | Imagen : Web

Por: Brenda M. Aguirre Gutiérrez y Selene González Luján

25 de noviembre de 2020

El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer es un día de lucha desde hace 60 años en América Latina, pues se recuerda la vida y resistencia de las Hermanas Mirabal “Las Mariposas” durante el régimen de Rafael Trujillo en República Dominicana. Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron torturadas y asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por su activismo frente al régimen de Trujillo, convirtiéndose en un referente de la lucha en contra de las violencias hacia las mujeres en Latinoamérica y el Caribe.

No fue hasta 1993 cuando la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y que ésta fue reconocida como un problema estructural que tiene como fundamento el análisis de las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres. Este año se cumplen 60 años del asesinato de las Hermanas Mirabal y 27 de la declaratoria de Naciones Unidas en la búsqueda de la eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer. Si bien en la actualidad gracias a la lucha y exigencia de mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia, de colectivas, del movimiento feminista o de mujeres, de organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la defensa y promoción de los derechos de las mujeres, de mujeres de diversas edades, organizadas y entregadas a la lucha por un mundo más seguro y digno para todas, existen avances en cuanto al reconocimiento de la violencia contra las mujeres (que en algunas ocasiones se ven materializados en avances legislativos), hoy a lo largo y ancho del mundo siguen aconteciendo atrocidades en contra de las mujeres, sustentadas y cobijadas por el sistema patriarcal en el que vivimos, y siguen existiendo Estados omisos y negligentes ante estas problemáticas y a su vez siendo parte de las mismas.

México no es la excepción al panorama mundial, y bajo el contexto de la pandemia por la COVID-19 incluso se ve agudizada. Si bien la pandemia ha pausado o frenado gran cantidad de cosas, la que no ha detenido son las desapariciones de mujeres y niñas, las violaciones ni los feminicidios en México. Según cifras oficiales, durante el mes de septiembre se alcanzaron 704 delitos por feminicidio a nivel nacional, 2150 mujeres víctimas de homicidio doloso que representa un promedio de 10 mujeres asesinadas al día en México1. El confinamiento provocado por la pandemia de COVID-19 llevó a un aumento en las llamadas de auxilio por violencia contra las mujeres, alcanzando su pico más alto entre los meses de marzo y abril de este año con 103 mil llamadas totales al 911, un promedio de 143 llamadas cada hora. De estas llamadas de auxilio el 57% fueron por violencia familiar, el 22% por violencia contra la mujer, 19% por violencia de pareja y el 2% por violencia sexual2. En la Ciudad de México, la cual no se encuentra exenta del contexto nacional, se registraron 55 feminicidios de enero a septiembre de 2020, siendo el tercer lugar a nivel nacional en este delito. Junto con los 70 asesinatos dolosos de mujeres, en lo que va del año 125 mujeres han sido asesinadas en la Ciudad de México3.

Aunado a esto las mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia, se enfrentan además de todo lo relacionado con el o los hechos victimizantes, a sistemas de atención, procuración e impartición de justicia con muchos vicios y carencias, que en lugar de acompañarlas en su búsqueda de verdad, justicia, reparación y no repetición funge como un obstáculo en su camino, en donde muchas ocasiones a lo largo de este cansado y doloroso camino los sistemas las convierten nuevamente en víctimas pero ahora de violencia institucional.

Como hemos mencionado, la pandemia no detiene la violencia contra las mujeres en el país, por el contrario, debido a la falta de previsión por parte de las autoridades se generaron las condiciones para que se potencializara sin la posibilidad de una atención efectiva e inmediata para las mujeres víctimas y sobrevivientes. Las agresiones sexuales cometidas contra Evelyn Muñoz en León, Guanajuato, por elementos de la policía municipal; las desapariciones y los feminicidios de Jessica Gonzalez en Morelia, Michoacán, y de Bianca Alvarado “Alexis”, en Cancún, Quintana Roo, son muestra de que la violencia feminicida no se detiene durante la contingencia.

Estos casos movilizaron la protesta de cientos de mujeres, pero tanto en León como en Quintana Roo4 se utilizó la represión violenta y la criminalización hacia las mujeres que participaron en estas movilizaciones, respondiendo con operativos donde se hizo  uso excesivo de la fuerza y armas de fuego por parte de las autoridades municipales y estatales. Así mismo, durante las movilizaciones del #28S en la Ciudad de México se presentaron acciones de encapsulamiento prolongado, el uso de gas lacrimógeno y extintores contra las manifestantes5, además de la criminalización de la protesta por las autoridades quienes promovieron el doxxing6 de las mujeres y activistas que mantuvieron la toma de la sede de la Comisión Nacional de Derechos Humanos “Casa Refugio Okupa”.

Estas acciones por parte de las autoridades en contra del derecho a libre expresión y el derecho a la protesta desde de la apropiación del espacio público, no sólo reflejan el incumplimiento de protocolos para la actuación de elementos policiales en casos de manifestación, sino también el desconocimiento de las causas por las que se llevaron a cabo estas movilizaciones y la falta de seriedad política para atenderlas.

El #25N es día en que diversas calles a lo largo y ancho del país se llenan nuevamente de mujeres, jóvenes y de diversas edades, que aún en un contexto de pandemia vemos la necesidad de salir a exigir justicia, a exigir que no nos falte ¡Ni una más!, ¡Ni una asesinada más!, ¡Ni una desaparecida más!, donde no queremos ¡Ni una agredida más!, ¡Ni una violentada más! Porque queremos vivir, y porque queremos vivir en un mundo, en un país, en una ciudad, donde no nos dé miedo salir de nuestras casas. No en un mundo que es el de ahora, donde cuando salimos no sabemos si es la última vez que besaremos la mejilla de nuestra madre; donde no sabemos si a partir de ese día nuestra madre cambiará totalmente su vida para exigir justicia por nosotras; donde no sabemos si nuestras amigas, hermanas, compañeras saldrán a gritar a las calles ahora nuestro nombre. No queremos vivir en un mundo en donde tengamos que pensar cómo vestir dependiendo de los medios de transporte o de los lugares a los que vamos; no queremos vivir en un mundo en donde estemos constantemente revisando que no venga nadie cerca de nosotras. Queremos vivir en un mundo en donde podamos ser libres en todos los sentidos, en donde no se nos criminalice y culpabilice de las violencias ejercidas en nuestra contra; queremos vivir sin miedo, queremos vivir en un mundo basado en relaciones igualitarias. No queremos sobrevivir, hoy más que nunca queremos vivir. ¡Porque vivas, vivas estamos… vivas nos queremos!

* Brenda M. Aguirre Gutiérrez y Selene González Luján son colaboradoras del CDH Vitoria (@CDHVitoria).

1 Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Información sobre violencia contra las mujeres (Incidencia delictiva y llamadas de emergencia 9-1-1), septiembre 2020,https://www.gob.mx/sesnsp/articulos/informacion-sobre-violencia-contra-las-mujeres-incidencia-delictiva-y-llamadas-de-emergencia-9-1-1-febrero-2019

2 Informe para la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer https://equis.org.mx/wp-content/uploads/2020/08/informe-dospandemiasmexico.pdf

3 Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Información sobre violencia contra las mujeres (Incidencia delictiva y llamadas de emergencia 9-1-1)

4 FLEPS. Comunicado #JusticiaParaAlexis https://libertadyprotesta.org/wp-content/uploads/2020/11/Comunicado-FLEPS-Violaciones-a-la-libertad-de-expresi%C3%B3n-_compressed.pdf

5 FLEPS. Comunicado #28S https://libertadyprotesta.org/wp-content/uploads/2020/09/FLEPS.28sv2.pdf

6 De acuerdo con el Frente por la Libertad de Expresión y la Protesta Social (FLEPS) El doxxing es una forma de violencia digital que consiste en investigar y publicar información en redes sociales con el objetivo de amenazar e intimidar a una persona o a un grupo de personas. FLEPS. Comunicado #28S https://libertadyprotesta.org/wp-content/uploads/2020/09/FLEPS.28sv2.pdf

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